Piden cumplir la 'dieta mental' mediterránea desde los 40 años para levantar un muro a la demencia

Piden cumplir la 'dieta mental' mediterránea desde los 40 años para levantar un muro a la demencia

Va más allá de la alimentación.

Neurólogo analizando resultados.Getty Images/Science Photo Libra

El aumento de la esperanza de vida en los últimos años ha traído consigo el aumento de enfermedades degenerativas y de diagnósticos de dolencias cerebrales como la demencia. Según la OMS, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo. Además, añaden que cada año se dan casi diez millones de casos nuevos. 

En este sentido la forma más común de demencia es el Alzheimer que representa un 60% y un 70% de los casos. Para hacerles frente, ya que no hay un tratamiento farmacológico concreto para la mayoría de los casos, el tratamiento pasa por un cambio en el estilo de vida y hábitos de estas personas.

El neurocirujano Rahul Jandial da varios puntos a tener en cuenta al medio británico Get Surrey como, por ejemplo, controlar el estrés en la medida de lo posible y hacerlo de forma temprana, entre los 40 y los 60 años incluso, "hay una ventana para marcar la diferencia".

"Afortunadamente, nuestro cerebro nos exige tan poco que cambios muy manejables, como reemplazar el filete por salmón unas cuantas veces a la semana, comer más vegetales, menos alimentos fritos, caminar un poco a paso ligero... todos estos cambios suman", apunta y recuerda que no hay "una solución milagrosa" que lo arregle todo. 

Además, apunta que la alimentación juega un papel fundamental para fortalecer las células gliales. “Esa capa de grasa a nivel microscópico es la grasa buena que proviene del pescado graso, y también hay algunas buenas opciones para los veganos. Es una parte esencial de la dieta mediterránea, y estudios a gran escala realizados durante décadas muestran que comer principalmente vegetales, pescado graso, nueces y beber vino tinto ocasionalmente realmente reduce las probabilidades de sufrir demencia", añade.

Del mismo modo recuerda que no importa la cantidad sino los alimentos que se puedan tomar. "No se trata de cuánto comes, sino de lo que comes", matiza y recuerda que comer alimentos poco recomendados o ultraprocesados. 

Sin embargo, recuerda que la conocida como "dieta mediterránea" es la más rica en nutrientes que puedan "ayudar a reducir el riesgo de padecer demencia". "Así que lo primero y más fundamental es la dieta de la mente, básicamente la dieta mediterránea", recuerda.

"Llegar al cerebro requiere atravesar tres barreras y la dieta mediterránea y sus nutrientes, ya sean flavonoides, antioxidantes o todos ellos, es realmente una estrategia eficaz", añade. 

Pero no solo con la alimentación, los hábitos saludables como mantenerse activo también ayuda a mantener el cerebro sano y prevenir el daño neuronal. Para ello, recuerda que no es necesario un ejercicio físico extenuante, sino que con una caminata de 30 minutos sería suficiente. 

"Las neuronas y las células que las sostienen están flotando en un líquido; nuestro cerebro es como un tejido densamente compacto en un acuario. Los tejidos no se tocan físicamente, se acercan mucho entre sí y se rocían sustancias químicas llamadas neurotransmisores", detalla.

Entre los beneficios, Jandial recuerda que ayuda a la circulación de las arterias cerebrales. "El ejercicio ayuda con eso, y una buena salud cardíaca con control de la presión arterial, la diabetes y el colesterol es fundamental para mantener abiertas las tuberías del cerebro, de modo que reciba el flujo sanguíneo que necesita. Demanda una cantidad increíble de sangre: el 20 % de nuestro flujo sanguíneo va a nuestro cerebro de 1,4 kg", señala.

El neurocirujano recomienda también al citado medio "ejercitar" el cerebro aprendiendo cosas nuevas sin importar la edad. "Hacer trabajar el cerebro, aprender, leer, intentar aprender un nuevo instrumento o un nuevo idioma, incluso si fracasas miserablemente, el solo esfuerzo de intentar aprender cualquier cosa involucrará áreas más amplias de tu cerebro, y eso actúa como la activación de esas células cerebrales", añade.

Por último, recuerda que conocer gente nueva ayuda a ejercitar el cerebro: "Socializar también se considera una ventaja porque te obliga a pensar en los demás, en lo que te vas a poner, a dónde vas a ir, etc. Para las personas que se sienten solas, parte del riesgo es que piensan menos y tienen pensamientos negativos"

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