No digas adiós para siempre al queso: si tienes colesterol alto, estos son los más aptos
Hay que estar atentos a su contenido en grasa.
El conocido como "colesterol malo" o LDL es uno de los principales enemigos de la salud cardiovascular. La acumulación de grasa y colesterol en las arterias puede provocar, tal y como apuntan en Medline Plus, ateroesclerosis. Este "endurecimiento de las arterias", puede estrechar u obstruir completamente las arterias y causar problemas en todo el cuerpo.
Para evitarlo se recomienda una dieta baja en grasa y colesterol, que suele restringir alimentos como los quesos, las carnes grasas o los embutidos. Pero para los amantes del queso, hay una buena noticia.
La Asociación Británica del Corazón apunta que no es necesario que elimines por completo el queso de tu dieta si tienes el colesterol alto o hipertensión, pero sí que hay que elegir qué tipo de queso se come y hacerlo siempre en una cantidad moderada.
Entre las opciones menos grasas se encuentran quesos como la mozzarella, la ricota, el queso feta o el requesón frente a los quesos curados, viejos o azules, que suelen tener un mayor contenido graso.
Por ejemplo, el queso feta contiene 25 gramos de colesterol y 6 gramos de grasa, casi cuatro veces menos en comparación con el queso cheddar, que tiene 100 gramos de colesterol y 33 gramos de grasa. Otro ejemplo es el requesón, que tiene 5 gramos de colesterol y 1 gramo de grasa, frente al Roquefort que tiene 90 gramos de colesterol y 31 gramos de grasa.
Los especialistas piden también consumir con moderación el queso y no hacerlo ni a diario ni en altas cantidades.
La Fundación Española del Corazón recomienda el consumo principalmente de quesos frescos o requesón en una proporción que puede variar entre los 80 y los 125 gramos al día, lo que sería una porción. En esta categoría encajan el queso feta, el queso quark, la mozzarella, el ricota, el requesón o el queso fresco de Burgos.