Los neurocientíficos alertan del común medicamento que acelera la demencia
Dosis más altas están relacionadas con un mayor deterioro cognitivo en pacientes con demencia.

Un reciente estudio, llevado a cabo por un equipo de investigadores de Suecia, ha relacionado el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y un mayor deterioro cognitivo en pacientes con demencia.
Los ISRS son un tipo de antidepresivo que actúa aumentando los niveles de serotonina, la llamada "hormona de la felicidad", en el cerebro, pero además del tratamiento contra la depresión, también se usa en pacientes con demencia para paliar síntomas como la agresividad, la ansiedad, la depresión y la alteración del sueño en pacientes con demencia.
Se ha tomado una muestra de 18.740 pacientes inscritos en el Registro Sueco de Demencia entre 2007 y 2018. De ellos, el 23% fueron tratados con uno o más antidepresivos durante el período del estudio, de los que el 65% fueron ISRS.
Los resultados apuntaron a que dosis más altas de ISRS se asociado mayor riesgo de desarrollar demencia grave, con tasas de deterioro más altas en hombres que en mujeres.
"Los síntomas depresivos pueden empeorar el deterioro cognitivo y perjudicar la calidad de vida, por lo que es importante tratarlos", señaló en un comunicado la profesora de neurología Sara García Ptacek del Instituto Karolinska en Solna (Suecia) y autora del artículo.
"Nuestros resultados pueden ayudar a los médicos y otros profesionales de la salud a elegir antidepresivos que se adapten mejor a los pacientes con demencia", añadió.
De los medicamentos analizados el escitalopram se asoció con la tasa más rápida de deterioro cognitivo, seguido por el citalopram y la sertralina.
A pesar de los resultados, los especialistas piden tomar con cautela los mismos ya que no se han tenido en cuenta ciertos factores que podrían sesgar los resultados y sería necesaria más investigación para extraer resultados concluyentes.
"Puede haber un 'sesgo de canalización', lo que significa que ciertos antidepresivos como citalopram y sertralina podrían haber sido recetados más comúnmente a pacientes con demencia grave, lo que también podría sesgar los resultados. Debido a estas limitaciones, los hallazgos del estudio deben interpretarse con cautela y, idealmente, replicarse utilizando otras fuentes de datos del mundo real", señaló el farmacoepidemiólogo Prasad Nishtala, de la Universidad de Bath (Inglaterra).