Los dos alimentos 'desapercibidos' que luchan contra las arrugas y la flacidez

Los dos alimentos 'desapercibidos' que luchan contra las arrugas y la flacidez

La farmacéutica Leticia Carrera ha dado las claves en 'Telva'.

Imagen de una mujer con arrugas.Getty Images/PhotoAlto

Las arrugas y líneas de expresión son de los signos de desgaste y edad que más pronto se ven en el rostro. Con el paso del tiempo a esto se va sumando otros signos como la flacidez en rostro y otras zonas como los brazos.

La pérdida de firmeza se debe generalmente a la pérdida de colágeno, tal y como señala Leticia Carrera, licenciada en Farmacia, especialista en Bioquímica clínica por el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y máster en Nutrición por la Universidad Autónoma de Madrid, a Telva esto se debe al colágeno. "Es una proteína clave que mantiene la estructura de la piel, contribuyendo a su firmeza y elasticidad", añade.

Para fomentar el aumento de colágeno hay que tener, según la especialista, una dieta rica en nutrientes, especialmente en proteínas ricas en aminoácido y vitamina C.

Carrera detalla que hay dos alimentos que son especialmente eficientes para ello: "La yema de huevo y las legumbres que apoyen la producción natural de colágeno, nos serán de gran ayuda".

Además de estos alimentos, otros ricos en vitamina C que recomienda Carrera serían las "frutas cítricas o las verduras y crucíferas y los alimentos ricos en proteínas como el pescado azul, carnes magras como el pavo y las semillas y las legumbres". Otras verduras como el brócoli, las espinacas o la col rizada también son muy ricas en estos nutrientes.

Además de para prevenir las arrugas y la flacidez, también sirve para promover la fuerza y elasticidad a varios órganos del tejido conectivo. Esta proteína se va renovando durante toda la vida y permanece en los huesos hasta un año y 5 meses en la piel.

Titania
Titania
Santander

Con la edad, vamos perdiendo la producción de colágeno, especialmente a partir de los 25 años. Esto es algo que se agrava a partir de los 40 años, cuando puede disminuir hasta un 1% por año llegando hasta los 70 años cuando la pérdida llega a ser del 30%.