Las visitas al baño desvelan el riesgo de sufrir un ataque al corazón

Las visitas al baño desvelan el riesgo de sufrir un ataque al corazón

Una investigación desafía la comprensión tradicional de los factores de riesgo cardiovascular y subraya la importancia de considerar la salud intestinal en su prevención y tratamiento.

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Entre el 12 y el 20% de la población española sufre estreñimiento, según los datos que aporta la Fundación Española del Aparato Digestivo, una afección incómoda tras la que pueden esconderse patologías digestivas, pero también importantes problemas cardiacos.

La conexión entre las veces que vamos al baño y un mayor riesgo de eventos cardíacos adversos importantes —ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca— ha sido confirmada por un estudio dirigido por la profesora Francine Marques de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Monash en Melbourne. 

La investigación analizó datos de más de 400.000 participantes del Biobanco del Reino Unido y más de 28.000 tenían problemas de estreñimiento. 

Los resultados determinaron que las personas que sufren estreñimiento pueden tener más del doble de probabilidades de sufrir un evento cardíaco importante que aquellos que no lo sufren. Además, se destaca especialmente el vínculo entre el estreñimiento y la hipertensión: los pacientes con ambos diagnósticos mostraban un riesgo 34% mayor de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral en comparación con aquellos que solo tenían presión arterial alta.

“Nuestra investigación sugiere que el estreñimiento puede exacerbar los riesgos cardiovasculares asociados con la presión arterial alta, aumentando aún más la probabilidad de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares”, explica la profesora Marques.

Esta investigación desafía la comprensión tradicional de los factores de riesgo cardiovascular y subraya la importancia de considerar la salud intestinal en la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardíacas, siendo estas la primera causa de muerte en el mundo.

Con estos resultados, los autores advierten de la necesidad de realizar más investigaciones para explorar esta relación y para identificar las vías biológicas específicas involucradas.