La verdura menos querida es una de las grandes aliadas contra el colesterol
No se encuentra entre las más populares de la gastronomía.
El nabo no es una de las verduras más populares de la gastronomía. Sin embargo, esta hortaliza "odiada" por el 27% de estadounidenses, según los resultados de una encuesta sobre cuáles son las verduras más populares, puede tener grandes beneficios para la salud.
Concretamente, podría aportar beneficios al colesterol y la presión arterial, además de proteger contra el daño oxidativo. Tal y como recogen en la Fundación Española de Nutrición (FEN), "el consumo de 100 g de nabo cumple el 47% de las ingestas diarias recomendadas de vitamina C". "La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y los folatos contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas", añaden.
Pero esto no es lo único, por cada 100 gramos de nabo se encuentran 240 mg de potasio, aproximadamente un 5% del que necesita para cada día. Todos estos valores con apenas unas 32kcal por cada 100 gramos de producto.
Según un estudio, publicado en la revista Nefrología en 2014, "un aumento en el consumo de potasio produce disminución de la presión arterial sistólica y diastólica sin aumento consiguiente de los lípidos sanguíneos o de la adrenalina o noradrenalina ni perjuicio de la función renal".
Además en un estudio de los National Institutes of Health de EEUU en 2017 realizado en ratones, se demostró que el consumo de potasio era útil para ayudar a prevenir el endurecimiento de las arterias así como para prevenir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, esto debe darse siempre que la persona esté sana, ya que puede estar limitado para personas con problemas renales.
En esta línea, un estudio de la revista Hypertension publicado en 2024 buscó una relación entre la reducción de la presión arterial y el consumo de potasio, llegando a la conclusión de que proviene de su capacidad para ayudar al cuerpo a eliminar el exceso de sodio.
Sin embargo, más allá de los potenciales beneficios que le pueda aportar, cualquier modificación de su dieta debe ser consultada con un especialista, especialmente si tiene algún tipo de dolencia o enfermedad.