La razón por la que sube el nivel de azúcar por las mañanas

La razón por la que sube el nivel de azúcar por las mañanas

Durante la noche, los hidratos que hemos consumido se convierten en glucosa y se absorben en el torrente sanguíneo.

Durmiendo de forma tranquilaGetty Images

Mientras dormimos, nuestro cuerpo está en continua actividad, lo que afecta en muchos sentimos a cómo nos sentimos cuando nos levantamos. Pues una de las cosas a las que se dedica durante esas horas es a trabajar con la glucosa que hemos consumido durante el día anterior.

Los hidratos de carbono que consumimos se convierten en glucosa y se absorben en el torrente sanguíneo. Parte de esta glucosa va al hígado, donde se almacena para su uso posterior y, cuando nos dormimos el hígado empieza a trabajar con esa glucosa, liberándola en el torrente sanguíneo. Así lo que hace este órgano es preocuparse mientras estamos en pleno sueño de que nuestro nivel de azúcar en sangre permanezca constante.

Ahora bien, debemos sabe que durante ese periodo de sueño es la insulina la que actúa digamos que de vigilante que indica al hígado cuándo ya debe parar porque tenemos ya suficiente glucosa en sangre. El problema ocurre (contado de forma sencilla) cuando la persona no tiene suficiente insulina, como les pasa a las personas con diabetes de tipo 1, o también cuando aunque haya suficiente insulina, el cuerpo no se comunica bien con el hígado y no puede transmitirle el mensaje de que pare, por lo que éste empieza a liberar glucosa demasiado rápido, lo que les pasa a las personas que tienen diabetes de tipo 2.

Entonces lo que pasa es que, obviamente, los niveles de azúcar en sangre aumentan demasiado durante la noche y nos encontramos cuando nos levantamos con que se han incrementado demasiado los niveles de hormonas como el cortisol, lo que aumenta la sensibilidad a la insulina.

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Este fenómeno, que se llama el del amanecer, se puede modificar si cambiamos la hora de las comidas, medicamentos o inyecciones de insulina, siempre bajo supervisión médica. Pero para ello conviene mantener un registro detallado nuestros niveles de azúcar en la sangre, nuestros hábitos alimentarios, los medicamentos o la insulina que hemos tomado y la actividad física que hemos hecho. Eso dará toda la información al médico para proceder a modificar o empezar nuestro tratamiento para evitar este fenómeno del amanecer.