La peor sopa que puedes comer con la llegada del frío: un doctor afirma que "no es saludable"
Las más recomendables son caseras y a base de verduras ricas en fibra.
El otoño ya está aquí y con él la temporada de sopas o cremas fáciles de preparar y perfectas para entrar en calor en días lluviosos o de temperaturas bajas. Habitualmente se tienden a pensar que cualquier tipo de sopa es además una opción saludable para mantener una dieta equilibrada, pero no siempre esa así.
Según el nutricionista Michael Lahey es importante que las sopas y cremas que consumimos de manera habitual tengan como base verduras frescas y con alto contenido en fibra como las espinacas, la zanahoria, el brócoli o el apio.
"En términos de calorías, son casi inexistentes y están repletas de fibra, vitaminas y antioxidantes", explica el doctor a un medio francés. Además, Lahey recuerda que la fibra provoca que se absorban los hidratos de carbono de manera más lenta y sostenida, ayudando a mantener la energía durante más horas.
Por el contrario, el nutricionista recomienda evitar y desplazar a un consumo ocasional las cremas a las que se les añade algún tipo de queso para espesar o las sopas elaboradas con carnes muy grasas. Según él, de utilizar carne lo ideal es emplear pavo, pollo o ternera.
Lahey también destaca para mal una sopa popular en algunos países como Francia: la sopa de cebolla. "Aunque la cebolla es un alimento nutritivo, la preparación tradicional de esta sopa incluye queso y pan, lo que naturalmente eleva el azúcar en la sangre y promueve el aumento de antojos. De vez en cuando, está bien, pero no. No lo considero una opción saludable", explicó el doctor a un medio francés.
Además, el nutricionista también recomienda evitar las sopas preparadas, ya sea en polvo o en brick, ya que contienen más grasas y sal que las que se elaboran en casa, por lo que son menos saludables.