La medicina asombra al integrar un nuevo material en el cerebro en la lucha contra el Parkinson
El logro ha corrido a cargo de una empresa catalana.
El grafeno es uno de los materiales más usados en las últimas innovaciones tecnológicas y ahora también se podrá usar como parte del tratamiento contra el Parkinson. InBrain Neuroelectronics, una compañía catalana nacida en el seno del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) ha presentado un proyecto para el tratamiento del Parkinson que ha sido reconocido con el sello del FDA (organismo de EEUU encargado de regular medicamentos y tratamientos médicos) llamado FDA Breakthrough Designation.
Este tratamiento a la enfermedad, que afecta a unas 10 millones de personas en todo el mundo, se plantea como "potencialmente mejor al existente", tal y como recoge El Periódico.
Aunque faltan años para que se comercialice, este reconocimiento es un paso adelante. "Ser testigo de cómo las excepcionales propiedades del grafeno abren nuevas fronteras en la tecnología médica es verdaderamente gratificante", apunta en un comunicado el Premio Nobel y asesor de Inbrain, Kostya Novoselov.
Por el momento, el pasado jueves se llevó a cabo el primero de una decena de procedimientos dentro de un ensayo clínico realizado en Manchester (Reino Unido) orientado a demostrar que el grafeno es seguro en humanos.
Concretamente, este ensayo ha consistido en una resección de un tumor cerebral y la herramienta, una tecnología apodada BCI-Tx capaz de diferenciar entre tejido cerebral sano y tejido cerebral canceroso en la que el grafeno sustituye al metal, ha mostrado una precisión hasta ahora impensable.
"La actividad neuronal de un tejido infiltrado por un cáncer o un tejido sano es distinta", ha explicado la co-fundadora y consejera delegada de InBrain, Carolina Aguilar. "Como tenemos esta alta resolución y tenemos esa precisión en la señal, podemos detectar actividad neuronal que con los electrodos actuales de platino e iridio, no se puede identificar bien", ha señalado Aguilar, que ha destacado la reducción del tamaño como principal beneficio de este material.
Este ensayo está patrocinado por la Universidad de Mánchester y financiado por la iniciativa Graphene Flagship de la Comisión Europea y servirá para comprobar que el grafeno es seguro en el cuerpo humano, algo que ya se comprobó con animales en Barcelona.