Este es el riesgo más desconocido de tragarte una pepita de sandía

Este es el riesgo más desconocido de tragarte una pepita de sandía

Provoca síntomas de distinto tipo.

Sandía troceadaGetty Images

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, vuelve a cobrar popularidad una fruta que destaca por su capacidad de refrescarnos y deleitar nuestros paladares: la sandía. Este jugoso alimento no solo es el favorito de muchos por su sabor, sino que también tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. No obstante, hay que tener cuidado con las pepitas de su interior.

No, no es por ese conocido mito que les contamos a los niños pequeños para que no se traguen ninguna semilla si no quieren que les crezca un árbol en el estómago. Sino porque tomar pepitas de sandía en grandes cantidades puede causar una obstrucción intestinal, por lo que se debe limpiar la fruta de estos pequeños trozos siempre que se pueda.

El riesgo de tragarse estos pipos es generalmente muy bajo y, en la mayoría de los casos, simplemente pasan a través del sistema digestivo sin causar problemas. El verdadero peligro viene cuando esto se convierte en una práctica habitual.

¿Por qué es peligroso?

La pepita de la sandía está formada por una cáscara dura de celulosa, un material que nuestro sistema digestivo no es capaz de digerir ya que no cuenta con las enzimas necesarias para ello. Además, su pequeño tamaño posibilita que las semillas puedan llegar a atravesar el píloro y la válvula ileocecal, de camino al intestino grueso, y terminar acumulándose en el colón.

Los síntomas más comunes entre aquellas personas que sufren una obstrucción intestinal son estreñimiento, dolor abdominal y rectal, acompañado de tenesmos o deposiciones teñidas de sangre. Por ello es importante no consumir estas pepitas en exceso o en su defecto, si se quieren ingerir por sus diversos beneficios, molerlas para facilitar su digestión.

Además, según un análisis llevado a cabo por investigadores del Hospital de Investigación y Formación de Bozyaka, en Turquía, comer semillas que no han sido molidas también puede provocar apendicitis. "La proporción de apendicitis aguda causada por plantas es mínima, pero el evitar comer semillas de frutas enteras, puede ayudar a prevenir esta inflamación tan peligrosa", concluyen en el estudio.

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