Este es el desconocido microbio 'comecerebros' letal que se esconde en este tipo de piscinas y lugares de agua dulce
El contagio puede generar graves consecuencias y desembocar incluso en la muerte de la persona afectada. Aún no cuenta con ninguna cura, por lo que su prevención resulta fundamental.
La Naegleria Fowleri, también conocida como la ameba 'comecerebros', es un microbio vivo unicelular que puede causar una infección de suma gravedad en sus víctimas, incluso resultando en ocasiones mortal. Se le llama así debido a los daños que genera en las personas que entran en contacto con ella a través de aguas contaminadas, ya que sube a través de las fosas nasales hasta llegar al cerebro y destruir el tejido cerebral, causando daños de hasta un 97%.
Suele encontrarse en el agua caliente, en temperaturas de hasta unos 46ºC, aunque se ha demostrado que es capaz de aguantar aguas más cálidas. Por lo general, se hallan en lagos de agua dulce y caliente, fuentes termales, ríos e incluso en los sedimentos de estas zonas. Sin embargo, también pueden encontrarse en las piscinas. Es por ello que las actividades deportivas acuáticas así como las recreativas suelen ser los principales desencadenantes para que se realice una infección de este tipo.
¿Cuáles son los síntomas?
En caso de exposición, es conveniente estar atento a posibles síntomas, que por lo general tardan en aparecer entre 2 y 15 días después de haber estado en contacto, ya que cuando el parásito entre en el cuerpo a través de tu nariz, intentará subir hasta el cerebro, una vez allí comenzarán las señales.
- Fiebre
- Náuseas
- Dolor de cabeza
- Cambios en el olfato y gusto
Además, después de un tiempo, los síntomas podrían empeorar, provocando:
- Confusión
- Alucinaciones
- Convulsiones
- Pérdida del equilibrio
- Cuello rígido
Aunque la mayoría de personas suelen sobrevivir, en algunos casos puede resultar mortal. Por eso, en el caso de notar algún síntoma, lo mejor es acudir a un especialista. Del mismo modo, cabe destacar que no se puede producir el contagio al tener contacto con alguna otra persona afectada, tan solo se puede producir la infección a través de las vías nasales.
Respecto a si existe algún tipo de tratamiento para esta afección, la respuesta es que en la actualidad aún no existe cura, ya que al ser pocos casos los que se han dado, aún no se ha podido realizar un estudio de forma correcta.
¿Cómo evitar esta ameba?
Lo mejor es sonarte la nariz antes de que el microbio alcance el cerebro, sacando la cabeza del agua y echando el agua de tu nariz con fuerza. Otras recomendaciones para aquellos que naden en agua dulce templada, no clorada, son:
- Evitar nadar en épocas donde la temperatura del agua sea alta o el nivel del agua sea bajo
- No remover el sedimento en aquellas aguas dulces templadas poco profundas
- No sumergir la cabeza bajo el agua para evitar que entre por la nariz, sobre todo en aguas no tratadas.
Además, para lavar o enjuagar la nariz lo mejor es hacerlo con agua purificada, destilada o que haya sido previamente filtrada.
¿Cómo saber si se encuentra en la piscina?
Para evitar la presencia de esta ameba, el agua de la piscina debe de estar limpia para su uso. Esto se puede realizar a través de un correcto mantenimiento de limpieza, tal y como:
- La limpieza química: Desinfectar el agua de la piscina a través de agentes químicos que oxidan la materia viva y la descomponen, como por ejemplo el bromo, los cloradores salinos o los compuestos químicos multi acción.
- La limpieza física: Se trata de la limpieza visible, consistente en la recogida de partículas y elementos visibles a primera vista, como las hojas e insectos.
Además de esto, otro punto fundamental en la prevención de esta ameba es mantener los niveles de pH dentro del rango neutro (entre 7.2 y 7.6)