Este es el auténtico motivo por el que los medicamentos saben a rayos

Aunque sepamos que son beneficiosos cuando estamos enfermos y que tomarlos (siempre bajo receta) es lo adecuado, el momento de tener que tomar un medicamento puede hacerse muy cuesta arriba debido a su sabor.

Según IFL Science, el mal sabor que suelen tener la mayoría de las medicinas, tiene una explicación. Citando a la Sociedad Química Americana, explican que "la mayoría de las sustancias químicas presentes en los medicamentos proceden de plantas y, por lo tanto, son inherentemente amargas".

Como apuntan, los medicamentos además "se formulan para que contengan la menor cantidad posible de aditivos, ya que pueden interferir con la acción de los ingredientes activos". 

Por este motivo, el agregar saborizantes que puedan hacer los medicamentos más agradables al paladar "ocupa un lugar bajo en la lista de prioridades y podría causar más problemas de los que resuelve".

Desde la citada web señalan que un truco para que no sea tan difícil tomar un medicamento con mal sabor es procurar colocar la pastilla en la parte posterior de la lengua y tragarla rápidamente con un vaso de agua. 

Otra opción es taparse la nariz, puesto que "el olfato es responsable de aproximadamente el 80 por ciento de lo que se saborea".