Estas son las ocho características que comparten las personas que suelen dormir en el sofá

Para muchos es el mejor momento del día: tirarse en el sofá cuando acaba el día para disfrutar de su serie o de su programa preferido... Tal es el relax que sienten que terminan quedándose dormidos y pasando la noche ahí. 

Y aunque no es problema grave, quedarse dormido en el sofá significa despertarse con dolor de espalda, con la televisión encendida y muchas veces con la sensación de no haber descansado lo suficiente. Por eso la web griega Enikos ha tratado de analizar qué se esconde tras esas personas que se quedan dormidas en el sofá y qué características comparten.

Y estas son las 8 características que comparten: 

Son nocturnas. Sus ritmos circadianos los señalan como búhos, es decir, tienen más energía y actividad por la noche

Dilación. Siempre posponen el acostarse porque no quieren que se acabe el día.

Introversión. El sofá es el espacio que les sirve de refugio y donde encuentran la soledad que tanto ansían.

Altos niveles de estrés. Como están preocupados e inquietos, puede que necesiten ese tiempo en el sofá de desconexión y tranquilidad.

Búsqueda de comodidad. "El sofá, con sus suaves cojines y su proximidad a nuestras series o libros favoritos, ofrece una sensación familiar que a menudo falta en una cama", aseguran en la web.

Siguen una forma poco convencional de dormir. Puede que su patrón de sueño no sea el convencional, pero dormir cuando el cuerpo lo pide siempre es una opción saludable.

Multitarea simultánea. Puede ser señal de que la persona está haciendo demasiadas cosas a la vez y que en cuanto para un poco el cansancio le vence.

Dificultad para gestionar los límites. "Cuando dormimos habitualmente en el sofá, fusionamos nuestros espacios de relajación, entretenimiento y sueño. Aunque esto pueda no parecer importante, en realidad puede afectar la calidad de nuestro sueño", apuntan en Enikos.