Estas son las formas en las que el E. coli puede llegar a las lechugas
Hay algunos pasos a seguir para reducir los riesgos.
La Agencia para la Seguridad de la Salud del Reino Unido (UKHSA, en sus siglas en inglés) confirmó hace unos días la muerte de al menos una persona y más de 250 afectados por un brote de E. coli en el país.
Se trata de un grupo amplio de bacterias que se suele encontrar en la lechuga. Cuenta con cepas que pueden generar unas toxinas que, finalmente, causan un importante daño a aquellos que se infectan.
Los síntomas más comunes son dolores en el estómago, diarrea o una fiebre alta. Aunque en los casos más graves puede provocar trombosis o fallos de riñón.
El director de Incidencias de la Agencia de Normas Alimentarias (FSA), Darren Whitby, aseguró que estaban bastante seguros de que la fuente del contagio del último brote es "un reducido número de hojas de lechuga, detectados de manera temprana".
Pero la prensa británica, como The Standard, ha informado de cuáles son las formas en las que el E. coli puede llegar a las lechugas. El profesor Jim Monaghan, profesor de ciencias agrícolas en la Universidad Harper Adams en Shropshire, ha detallado que el grupo de bacterias "quiere estar esencialmente dentro de los intestinos de los animales de sangre caliente".
Es por ello que asegura que estas cepas patógenas se presentan en los rebaños lecheros y acaba en el estiércol. Eso hace que pueda acabar en las hojas de lechuga. Por eso lo ideal es cumplir con varios requisitos.
Apunta a que uno de ellos es que los agricultores esperen un año antes de plantar lechuga en un campo que se fertilizara con estiércol. También se debe analizar el agua de riego e invita a que no se planten lechugas en lugares que puedan inundarse.
En el caso de los consumidores, Jim Monaghan da unos consejos que suenan familiares tras la pandemia del covid. Reducir el riesgo de infección lavándose las manos de forma regular y manteniéndose hidratado.
