El síndrome que te puede hacer dar positivo en un control de alcoholemia sin haber bebido alcohol

El síndrome que te puede hacer dar positivo en un control de alcoholemia sin haber bebido alcohol

Se llama el síndrome de la “autocervería”

Un agente de la Guardia Civil en un control de alcohol y drogasEFE

Parece ser que hay personas son capaces de producir alcohol de forma masiva al fermentar los azúcares que se toma en las comidas. La curiosidad es también por una de las razones que lleva a detectarlo: los controles de tráfico que miden el alcohol que ha tomado el conductor del vehículo.

Se han dado varios casos en el mundo que han llegado a los tribunales, ya que el acusado en cuestión no había bebido absolutamente nada. Aunque, eso sí, con la advertencia del juez de que debía tener cuidad de no autoemborracharse porque sino le multaría. Surrealista a más no poder.

Porque la cuestión, que la explica con detalle en su blog el catedrático de Microbiología, Ignacio López-Goñi, es que, en la digestión, solemos producir de forma habitual etanol endógeno. Esto se debe a las fermentación de las bacterias y levaduras de nuestra microbiota intestinal. El problema viene cuando, como cuenta este experto, se acumulan demasiadas levaduras o bacterias en el intestino y entonces es cuando empiezan a producirse niveles demasiado altos de alcohol en sangre. Esta fermentación espontánea es la razón de que a este síndrome se le conozca como el de el de la "autocervería”.

Resulta que los que lo padecen son personas, a menudo completamente sanas, pero que no se puede decir que parezcan llevar una dieta muy saludable, ya que suelen tomar muchos carbohidratos y azúcares. Aunque los médicas han advertido que la prescripción de antibióticos a las personas que tienen esta tendencia también puede llevarles a alterar su equilibrio intestinal.

El problema es, como ya habrán imaginado, que no es tan fácil de detectar este síndrome, por lo que la mayoría de las personas que se cree que lo padecen no están diagnosticadas. Aunque, de estarlo, sí se puede tratar, por lo general, con antibióticos o antifúngicos y, claro está, con una drástica modificación de su dieta hacia otra más sana, con más proteínas y sin nada de azúcar.