El zumo rojizo que baja la presión arterial, el colesterol y protege el corazón
Un consumo diario de 200 ml de este sencillo y natural producto puede resultar muy beneficioso para la salud.
Existe un zumo de color rojizo que podría reducir niveles de presión arterial potencialmente peligrosos. Así lo reflejan los datos de la Sociedad Helénica de Hipertensión, ya que ha calculado que una de cada personas personas en Grecia vive con hipertensión, aunque, como ocurre en España, es muy probable que que muchas personas la tengan alta, pero no lo sepan, como suelen advertir muchos médico. Por lo general, esto es debido a que, generalmente, este tipo de alteración, a veces peligrosa, de la tensión no presenta síntomas y requiere pruebas para confirmarla.
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es una afección que significa que el corazón tiene que trabajar más de lo habitual para bombear sangre por todo el cuerpo. Esto ejerce una presión adicional sobre el corazón, los vasos sanguíneos y otros órganos con el tiempo. Y, si no se trata, puede tener consecuencias graves, ya que está relacionada con emergencias médicas como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
Hay varios factores que provocan hipertensión arterial y uno de ellos es la dieta. Por este motivo, definitivamente se deben evitar los alimentos, por ejemplo, con un alto contenido de sal, ya que la sal aumenta la presión arterial.
Sin embargo, lo que comes y bebes también podría tener el efecto contrario. Un estudio, publicado en la revista Food Science and Nutrition, en 2019, recomendaba beber un zumo de frutas a diario por este motivo. Se trata del de arándano, que también es beneficioso, en concreto, para la próstata.
Pero resulta que investigadores de Tokio, Japón, también han descubierto otro zumo rojo, el de tomate sin sal, que, tomado a diario, puede reducir significativamente la presión arterial. Además, afirman que reduce el colesterol “malo”, otro factor que contribuye a los problemas cardíacos.
Para realizar este estudio, un total de 481 personas consumieron tanto jugo de tomate como quisieron en el transcurso de un año. Antes y después del período de estudio, los científicos comprobaron marcadores de riesgo cardiovascular como la presión arterial, el perfil de lípidos séricos y la tolerancia a la glucosa.
El resultado fue que entre las personas con hipertensión o prehipertensión, los niveles de presión arterial disminuyeron significativamente. El consumo diario promedio de jugo de tomate estuvo entre 215 y 84 ml, pero la mayoría de los participantes del estudio consumieron alrededor de una botella (200 ml).
“La presión arterial en 94 participantes con prehipertensión o hipertensión no tratada se redujo significativamente. Además, los niveles de colesterol LDL en 125 participantes con dislipidemia no tratada se redujeron significativamente”, han asegurado los autores.
El equipo planteó la hipótesis de que la reducción de la presión arterial podría estar relacionada con un antioxidante conocido como licopeno que se encuentra en los tomates. “El licopeno es conocido por su fuerte actividad antioxidante y su inhibición de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad, que desempeña un papel clave en el inicio y desarrollo de la aterosclerosis”, han destacado los científicos.
De hecho, resaltaron que han sido muchos los estudios epidemiológicos que han demostrado que el licopeno podría contribuir a la prevención de la aterosclerosis y las enfermedades cardiovasculares.
