El manual de emergencia de Sanidad para actuar de inmediato frente a la picadura de una garrapata

El manual de emergencia de Sanidad para actuar de inmediato frente a la picadura de una garrapata

El Ministerio de Sanidad ha publicado un manual de actuación frente a la picadura de una garrapata ante la alerta por la expansión de casos.

Imagen de archivo de una garrapata.Getty Images

Las picaduras de garrapatas pueden acarrear serias consecuencias para la salud si no se manejan adecuadamente. Con la llegada del verano, aumenta la actividad de estos arácnidos y, con ello, el riesgo de transmisión de diversas enfermedades. Es crucial conocer cómo actuar ante una picadura para minimizar las posibilidades de complicaciones. Por este motivo, el Ministerio de Sanidad ha publicado la 'Guía de actuación ante la picadura de la garrapata'. 

En primer lugar, es importante entender que no todas las garrapatas son portadoras de enfermedades, y su picadura, en muchos casos, solo resulta en una lesión local leve. Sin embargo, en ocasiones pueden transmitir patógenos que causan enfermedades infecciosas, reacciones alérgicas o incluso neurotoxicidad.

Entre las enfermedades más comunes transmitidas por garrapatas en España se encuentran la fiebre botonosa mediterránea y la enfermedad de Lyme. La primera se caracteriza por síntomas como fiebre, malestar general y un exantema maculopapuloso, mientras que la enfermedad de Lyme puede manifestarse con eritema migratorio y, en fases posteriores, con problemas neurológicos y artritis.

Si una persona es picada por una garrapata, se le debe informar que el riesgo de desarrollar una enfermedad es bajo. No obstante, se recomienda mantener la observación durante las cuatro semanas siguientes a la picadura, ya que este es el periodo máximo de incubación de las enfermedades transmitidas por garrapatas (ETG).

En caso de que la garrapata aún esté adherida a la piel, debe extraerse con cuidado utilizando pinzas de borde romo, evitando métodos tradicionales como el uso de alcohol, aceite o calor, que pueden incrementar el riesgo de infección. Tras la extracción, se debe desinfectar la zona con povidona yodada o clorhexidina.

Es fundamental que los profesionales de la salud estén preparados para reconocer los signos y síntomas de las ETG y seguir un protocolo de actuación adecuado. En caso de síntomas generales como fiebre o malestar, se debe iniciar un tratamiento con doxiciclina, o con amoxicilina y azitromicina en niños, y realizar un seguimiento en atención primaria o hospitalaria.

La prevención es clave para evitar las picaduras de garrapatas. Se aconseja utilizar repelentes, llevar ropa que cubra la piel y revisar el cuerpo después de actividades al aire libre, especialmente en áreas donde estas criaturas son prevalentes.

Cómo extraer una garrapata

  1. Si encuentras una garrapata adherida a tu cuerpo extráela lo antes posible. 
  2. Evita los remedios tradicionales como aceite, petróleo o calor.
  3. Usa unas pinzas de borde romo y punta fina. Si no dispones de pinzas adecuadas puedes desprenderla con los dedos utilizando unos guantes finos. Procura evitar su aplastamiento.
  4. Sujétala firmemente lo más cerca posible de la piel y tira de ella suavemente hacia arriba, como se muestra en la imagen (ver dibujo).
  5. Limpia bien la herida con agua y jabón o aplica un antiséptico.
  6. Al terminar lávate bien las manos
  Infografía para la extracción de una garrapataMinisterio de Sanidad