El hábito diario que podría ayudar a evitar la pérdida de memoria
Lo ha demostrado un reciente estudio.
El agua es parte fundamental de nuestro organismo. De hecho, nuestro peso corporal está compuesto en un 65% de agua y, aunque este porcentaje va reduciéndose con la edad, se mantiene en el 50% en la tercera edad.
Esto hace que el agua se convierta en un componente fundamental de muchos de nuestros órganos, por ejemplo, supone un 85% de nuestros pulmones, un 80% de la sangre o un 75% del corazón. Pero también afecta a nivel cognitivo, pues el cerebro está compuesto por agua en un 70%, tal y como indican en la web de Sanitas.
Por eso, la hidratación debe ser continua incluso cuando no se tiene sensación de sed, especialmente cuando las temperaturas son altas o se realiza ejercicio físico, ya que puede desencadenar fallos en distintos órganos, entre ellos, en el cerebro también a largo plazo.
Un equipo de investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV), el Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y el Centre de Recerca Biomèdica Xarxa de Fisiopatologia de l'Obesitat i la Nutrició (CIBERobn) han realizado un estudio publicado en la revista BMC Med este mes de marzo en el que establecen una relación directa entre el nivel de hidratación y el funcionamiento del cerebro en individuos mayores con sobrepeso u obesidad.
El estudio demostró que las personas con problemas de obesidad o de síndrome metabólico con una hidratación por debajo de los 0,5 litros al día presentaron un deterioro de la función cognitiva con el paso del tiempo. En cambio, los que estaban bien hidratados, entre 1 litro y 1,5 litros, aumentaron sus capacidades en distintas pruebas neuropsicológicas.
Sin embargo, en la investigación advierten que "se necesitan más estudios de cohortes prospectivos y ensayos clínicos aleatorios para confirmar estos resultados y comprender mejor el vínculo entre la ingesta de agua y líquidos, el estado de hidratación y los cambios en el rendimiento cognitivo para proporcionar orientación para las directrices y la salud pública".
Actualmente, se recomienda ingerir entre ocho y 10 vasos de agua al día, aunque esta cifra, equivalente a unos 2 litros o 2,5 litros, está debatiéndose. Un estudio publicado en la revista Science lo rebatía y destacaba que hay que tener también en cuenta el agua que se ingiere con los alimentos.
"La ciencia nunca ha apoyado la idea de los ocho vasos —equivalentes a dos litros— como una pauta adecuada, aunque sólo sea porque confunde el volumen total de agua con el agua bebida, mientras que gran parte del agua procede de los alimentos que se consumen", explica Dale Schoeller, profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison y uno de los participantes de este estudio.