El aceite para la piel no es milagroso: la OCU desvela las propiedades que debes tener en cuenta
Descubra el poder de los aceites vegetales en la cosmética y cómo pueden transformar su piel y cabello.
Los aceites vegetales han sido utilizados durante siglos por sus efectos beneficiosos en la piel y el cabello. Sin embargo, no todos los aceites son iguales y cada uno tiene propiedades únicas que pueden ser beneficiosas para diferentes tipos de piel y cabello.
Ya sea para hidratar la piel, darle un brillo saludable o simplemente para proporcionar una sensación de lujo, los aceites son un componente omnipresente en muchos productos de belleza. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué tipo de aceite es el mejor para tu piel? ¿Deberías optar por aceites vegetales o minerales? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una guía para entender las diferencias entre los distintos tipos de aceites y a tomar una decisión informada.
Los aceites vegetales, como su nombre indica, tienen un origen botánico. Se extraen de diversas partes de las plantas, como las frutas, los huesos o las semillas. Estos aceites son ricos en sustancias lipídicas que suavizan la piel, complementan su contenido graso y reducen la pérdida de humedad. Por otro lado, los aceites minerales son de origen sintético, derivados del petróleo. A diferencia de los aceites vegetales, estos aceites se quedan en la superficie de la piel, creando una película que le da un aspecto brillante y elástico.
Es importante no confundir estos aceites con los aceites esenciales. Aunque el término “aceite” pueda llevar a confusión, los aceites esenciales son en realidad extractos concentrados de plantas. Estos extractos pueden ser de diversas partes de la planta y suelen ser mezclas químicas bastante complejas. Los aceites esenciales deben usarse con precaución para evitar alergias e irritaciones, y lo más adecuado es usarlos diluidos. Se venden puros o como ingredientes de cosméticos y se pueden usar para la piel, como repelentes de insectos, y también se utilizan en tratamientos relajantes y de aromaterapia.
Es importante tener en cuenta que, aunque los aceites vegetales son muy apreciados por la industria cosmética y a menudo se utilizan como reclamo en la etiqueta de los productos, su presencia no siempre aporta un valor añadido. Para que el aceite vegetal realmente aporte un valor añadido, debe aparecer en la primera parte de la lista de ingredientes. Si el ingrediente en cuestión se encuentra por la mitad de la lista o al final, esto nos está indicando que hay muy poca cantidad. Por lo tanto, la OCU recomienda leer la lista de ingredientes o INCI de tus cremas, jabones y productos de higiene y a comprobar si llevan tanta cantidad de ingrediente natural como en un principio podrías creer por lo destacado en la etiqueta.
Aceite de coco
El aceite de coco, que se ha convertido en un ingrediente estrella en la cosmética natural. Este aceite se obtiene de la pulpa fresca del coco y es rico en ácidos grasos saturados, especialmente en ácido láurico. Es muy hidratante, mejora la elasticidad de la piel y alivia el picor, lo que lo hace ideal para pieles secas o muy secas, con eccema o dermatitis atópica.
Aceite de argán
El aceite de argán, que se extrae de las semillas del árbol de argán, nativo de Marruecos. Este aceite es rico en ácidos grasos y vitamina E, lo que lo hace hidratante y antioxidante. Se utiliza ampliamente para la hidratación de la piel seca o muy seca, para el cabello seco, para uñas quebradizas y también se emplea en aceites para el cuidado de la barba y en productos antienvejecimiento.
Aceite de almendras
El aceite de almendras dulces es un clásico en la cosmética. Se extrae de las almendras dulces y contiene vitaminas A y E. Es suave y nutritivo, y se utiliza en piel seca e irritada. Como tarda en absorberse, es ideal para masajes y muy adecuado para el cuidado del bebé.
Aceite de rosa mosqueta
El aceite de rosa mosqueta es un aceite vegetal sin olor con propiedades emolientes, vitaminas y antioxidantes y rico en ácidos grasos beneficiosos para la piel. Se extrae de las semillas de la rosa mosqueta, de la familia de las rosáceas. Su uso más destacado es como regenerador, por ejemplo, en el tratamiento de cicatrices y manchas, y antienvejecimiento. También se suele aconsejar para prevenir o reducir estrías en la piel. Otros usos son para el tratamiento del acné y la rosácea.
Aceite de oliva
Por último, el aceite de oliva, que se obtiene de las aceitunas, contiene ácidos grasos monoinsaturados y vitamina E. Se cree que las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes del aceite de oliva explican sus beneficios sobre algunos trastornos cutáneos. Recientemente se han observado indicios de que el aceite de oliva puede ayudar a cicatrizar heridas e incluso proteger contra los daños provocados por la exposición a la radiación ultravioleta.