Desmontan la teoría de los suplementos de omega-3
Los científicos no han podido evidenciar sus beneficios.
Los suplementos de aceite de pescado han ganado estos últimos años cierta popularidad por los beneficios declarados en sus etiquetas. Los más destacados son beneficios cardiovasculares y para nuestro cerebro. El aceite de pescado tiene hasta dos ácidos grasos omega-3: como son el EPA—ácido icosapentaenoico— y el DHA—ácido docosahexaenoico—, que pueden encontrarse en los pescados grasos como el salmón, semillas de lino y nueces.
A pesar de que el mercado de los suplementos dietéticos mueva tanto dinero—en Estados Unidos mueve más de 50 millones de dólares— los científicos e investigadores del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas, en un artículo publicado en JAMA Cardiology, no han logrado hallar sus beneficios y aseguras que sus comercializadores los promocionan con "afirmaciones exageradas".
"Los resultados sugieren que puede ser necesaria una regulación adicional de las afirmaciones hechas en las etiquetas de los suplementos de aceite de pescado para evitar la desinformación de los consumidores", afirman en el estudio en el que se analizaron hasta 2.819 suplementos de aceite de pescado.
Estos investigadores aseguran haber encontrado declaraciones de propiedades saludables calificadas dadas por la Administración de Medicamentos y Alimentos—FDA— sólo en un 19%. En estas hay dos relacionadas con estos suplementos de aceite de pescado para prevenir una enfermedad, como la enfermedad coronaria o la presión arterial. En otras se encuentran pequeñas afirmaciones sobre el apoyo al "corazón, la mente y el estado de ánimo".
Sin embargo, detallan que en su análisis tuvieron algunas limitaciones. En su estudio solo tuvieron en cuenta los suplementos de las 16 marcas más influyentes de aceite de pescado, además de que en los estudios nutricionistas hay que tener en cuenta otras variables como la dieta o los patrones de sueño. Además, otros artículos demostraron que estos suplementos no mejoran como se espera los resultados, como el caso de los pacientes con diabetes, en el que el riesgo de episodio cardiovascular no era diferente entre los que toman o no omega-3.