Demuestran que la milenaria savia no era un remedio de la abuela y tiene increíbles medicinales
Se debe a su contenido en aminoácidos y vitaminas A, B3 y C.
Los conocidos como remedios de la abuela son esos amparos a los que recurrir a falta de otra solución. Sin embargo, que sean tradicionales y, en ocasiones, muy antiguos, no quiere decir que carezcan de fundamento. Es lo que ocurre con la savia de abedul.
Esta, conocida por ser un remedio más bien tradicional, ha resultado tener un gran número de propiedades que pueden resultar saludables al organismo humano. Es el caso, por ejemplo, de su contribución al refuerzo de la barrera protectora natural de la piel.
Esto se debe al contenido de este líquido, similar al agua en apariencia aunque con un gusto más dulce, en aminoácidos. Aunque esta no es la única. También destaca por la presencia de vitaminas como la A, la B3 y la C. Estas sirven también para reforzar la piel.
En concreto, hace que se promueva la regeneración celular y trata las manchas que surgen en la piel. Además, es beneficiosa para la circulación de la sangre. Otros beneficios de esta sustancia pasan por regular el equilibrio tanto de agua como de grasa en la piel.
También sirve para fortalecer el cabello e, incluso, según recoge el portal especializado en salud natural Casa Pià, ayuda a hacer frente a los cólicos intestinales, así como a algunas infecciones.
Cómo consumir savia de abedul
El consumo de savia se puede hacer de dos maneras. O bien sola o diluida en agua. En cualquiera de las dos opciones que se escoja, lo que sí destaca el ya mencionado portal es que sea lejos de cualquiera de las comidas que se realizan a lo largo del día.
Asimismo, recomiendan consumirla en las primeras 48 horas que siguen a su extracción. De esta manera, no son necesarios ni procesos de pasteurización ni conservantes y se puede consumir en el estado más natural posible.