¿Cuándo debo preocuparme por un soplo cardíaco?
En ocasiones, los soplos en el corazón no son un signo de enfermedad cardíaca, pero conviene prestar atención si se presentan otros síntomas asociados.
El soplo cardíaco, ese silbido durante el latido cardíaco provocada por alteraciones en el flujo sanguíneo, puede provocar temor. La mayoría son inofensivos, siendo muy frecuentes entre los recién nacidos , menores de 2 a 6 años e incluso entre los adolescentes, pero conviene estar alerta si la situación se repite en el tiempo y está acompañada de otros síntomas.
En los más pequeños, los soplos cardiacos se suelen denominar inocentes en el campo de la cardiología. En muchos casaos, se deben a que el corazón de estos menores late a mayor velocidad, sumado a que como hay menos distancia entre el corazón y el fonendo, el paso de la sangre se escucha a un mayor volumen que en el caso de los adultos.
En este tipo de circunstancias, una consulta pediátrica es más que suficiente para descartar afecciones más severas y, por norma general, no precisan de ningún tratamiento médico.
Signos preocupantes de los soplos cardíacos
No obstante, especialmente entre los adultos, los soplos cardíacos pueden ser un signo de una enfermedad cardíaca de trascendencia, normalmente si vienen acompañados de los siguientes síntomas:
- - Uñas o labios de color azul o gris
- - Tos continua
- - Mareos y/o desmayos
- - Hinchazón en el hígado y en las venas del cuello
- - Sudoración excesiva sin realizar ninguna actividad física o esfuerzo.
- - Falta de aire
- - Aumento de peso repentino.
En los bebés, sí que puede suponer una señal de alerta si, además de los soplos, tienen poco apetito y no están creciendo a un ritmo normal.
Y es que es precisamente la edad el factor de mayor riesgo entre los soplos de corazón preocupantes entre los adultos.
Tratamiento de los soplos en el corazón
En caso de que presentar síntomas anormales asociados a los soplos en el corazón, se requiere de un tratamiento para paliar la patología. Los fármacos que se administran dependen de la causa y el problema cardíaco que lo provoquen:
- - Anticoagulantes: son empleados cuando se forman coágulos sanguíneos. Estos se deben a latidos irregulares del corazón, lo que se conoce como arritmias.
- - Tratamiento con alimentos diuréticos, siempre que el motivo de los soplos se deba a un exceso de líquido en el cuerpo.
- - Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) y betabloqueantes, indicados para los que presentan presión arterial alta.
En caso de que la situación sea más extrema, los pacientes tendrán que someterse a una cirugía para tratar la afección. No obstante, es recomendable recordar que, antes de tomar cualquier medicamento, se acuda directamente a un facultativo para que efectúe un diagnóstico y prescriba, de necesitarlo, el tratamiento correspondiente.