Descubren el punto débil de la COVID persistente
El covid persistente sigue siendo para los científicos uno de los grandes misterios surgidos en la pandemia y ahora creen que la clave está en los microcoágulos
El covid persistente sigue siendo uno de los grandes misterios que trajo consigo la pandemia por coronavirus. Los científicos aún no han descubierto por qué millones de personas en todo el mundo han desarrollado síntomas a raíz de la infección que persisten durante meses o incluso años. Una de las posibles hipótesis sobre el ‘origen’ de esta enfermedad son la aparición de microcoágulos.
En una investigación realizada en 2021, la científica Etheresia Pretorius, de la Universidad Stellenbosch de Sudáfrica, junto con otros compañeros investigadores, sugirieron por primera vez que los microcoágulos –esto es, pequeños coágulos de sangre que pueden obstruir los capilares– podrían tener que ver con esta enfermedad surgida a raíz del covid.
En un estudio de seguimiento, el equipo de Pretorius ha probado que la proteína de la espícula del SARS-CoV-2 (o proteína S) da lugar a la formación de dichos coágulos, que al organismo le cuesta descomponer.
Pese a que más científicos comparten que la teoría de los microcoágulos tiene sentido, piensan que esta pieza es sólo una parte de un sistema mucho más complejo en torno al SARS-CoV-2, de modo que piden más estudios sobre la cuestión, que permitan también descubrir si desechar estos microcoágulos es positivo.
Pretorius y su equipo consideran que lo que desencadena la formación de microcoágulos es el hecho de que la proteína S pueda permanecer en la sangre de los pacientes con covid persistente hasta un período de un año.