Científicos descubren el patógeno que causa la mayoría de los cánceres

Científicos descubren el patógeno que causa la mayoría de los cánceres

Se trata del responsable de casi un millón de casos año tras año, según datos de 'Health' y los especialistas señalan las claves para descubrirlo.

Una investigadora, trabajando en un laboratoriodpa/picture alliance via Getty Images

Un patógeno es el principal responsable de muchos de los cánceres que año tras año sufren cientos de miles de pacientes. Ahora, un estudio de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer ha desvelado de qué elemento se trata.

Según recoge ese trabajo de la American Cancer Society, el patógeno en cuestión es el 'Helicobacter pylori', o 'H.pylori', responsable central de alrededor de 810.000 cánceres en 2018, el último año del que hay datos disponibles, de acuerdo con datos del portal especializado en temática sanitaria Health.com, que recoge el estudio.

La entidad estadounidense añade que 2'2 millones de casos de cáncer en todo el mundo cada año se deben a infecciones virales o bacterianas, por lo que el descubrimiento del 'H. pylori' es muy relevante.

Se trata de un tipo de bacteria que se esconde en el estómago de muchas personas, aunque muchas veces no causa síntomas. Sólo en EEUU se estima que un 30%-40% han sufrido o sufrirán esta infección en algún momento, cifra equiparable a Europa.

La 'H.pylori' es la principal causa de las úlceras pépticas, un tipo de llagas surgidas en el interior intestino delgado, pero también es la responsable de una enfermedad más común, como la gastritis, una inflamación del estómago.

No obstante, los especialistas remarcan que infectarse por este patógeno no es sinónimo de sufrir un cáncer. "De todas las personas infectadas con H. pylori, se cree que entre el 1% y el 3% desarrollarán cáncer", añade Linda Cummings, gastroenteróloga del Hospital Universitario de Cleveland a Health.

La 'vida' de esta bacteria no está del todo descubierta, pero su transmisión se da, eminentemente, a través de secreciones orales, vómitos u otros fluidos, dado que se encuentra en heces, saliva, placa dental o los fluidos gástricos. 

A su desarrollo también le ayuda la falta de higiene o las malas condiciones sanitarias del entorno, por lo que los investigadores asocian su expansión a países y contextos de ingresos bajos y mala calidad de vida.

En cuanto a los síntomas, la doctora Cummings apunta que no todos los infectados por H.pylori manifiestan señales, pero hay cuadros que pueden dar pistas, como los vómitos recurrentes, la pérdida de peso o los problemas al tragar o hacer la digestión. Más allá, las propias heces pueden ser sintomáticas si aparecen "negras y malolientes" o si se dispara su frecuencia.

Para diagnosticar la infección hay cuatro pruebas específicas: una toma de urea en el aliento, un test de anticuerpos en heces, una gastroscopia y un análisis de sangre, aunque este último es un método menos aplicado porque puede dar pie a falsos positivos, remata la doctora.