Bañarse con lentillas facilita la 'urbanización de microbios' inmortales
Los expertos recomiendan prescindir de las lentes de contacto cuando nos duchemos, bañemos o vayamos a la playa.
Es verano y el calor invita a que los planes más cotizados sean los que incluyan una piscina o ir a pasar el día a la playa. Para jornadas así, las personas que necesitan usar gafas, puede ser que encuentren mucho más cómodo usar sus lentillas. Una decisión que no recomiendan los expertos, dados todos los perjuicios que puede tener para los ojos.
Así lo detallan desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos. "Las lentes de contacto y el agua son una mala combinación, incluso cuando se duchan, nadan o usan un jacuzzi", advierten.
Ello radica en que cuando el agua entra en contacto con las lentillas puede provocar que estas cambien de forma, aumenten de tamaño y puedan, incluso, adherirse al ojo. Esto puede no sólo resultar incómodo, sino que, además, también puede dañar la córnea, "lo que facilita que los gérmenes entren en el ojo y causen una infección", precisan desde la agencia norteamericana.
La Acanthamoeba, el gran enemigo
la partícula que se encuentra presente en el agua y que es más peligrosa y mayor daño puede causar en los ojos es la Acanthamoeba. Se trata de una ameba y está localizada en el agua del grifo, de los ríos, el mar etc. Este germen, detallan los expertos, es la culpable del desarrollo de la infección ocular denominada queratitis por Acanthamoeba.
Esta patología es "muy grave", según la CDC. Y, si infecta la córnea, es probable que la persona afectada tenga síntomas como lagrimeo, dolor ocular, pérdida de visión, rechazo a la luz o que los ojos adquieran un color rojo.
El tratamiento de esta infección, que se puede llegar a prolongar más de un año, es importante iniciarlo con rapidez, como ocurre con todas las patologías. Y pasa por hacer uso de distintos tipos de medicamentos en forma de colirios y pomadas. Además, aunque "es raro, este tipo de infección puede requerir un trasplante de córnea".
Importancia de la higiene
Pero este tipo de enfermedades se previenen de una manera muy sencilla: evitando el contacto de nuestras lentillas con el agua. Además, es importante cumplir con las pautas que los oftalmólogos y ópticos nos recomiendan para el uso e higiene de las lentes de contacto: desde la cantidad de días que se puede hacer uso de los mismos hasta el procedimiento de limpieza que requieren.