Bañarse en agua fría puede ser mejor antiinflamatorio que el Ibuprofeno y mejor analgésico que el Paracetamol

Bañarse en agua fría puede ser mejor antiinflamatorio que el Ibuprofeno y mejor analgésico que el Paracetamol

Y más efectivo si es en el mar.

Dos mujeres entrando en el agua fría del mar.Guillermo Spelucin R.

Aunque los hay que renuncian al baño cuando el agua está muy fría, lo cierto es que desde el punto de vista de la salud son muchos más los beneficios de bañarse en aguas del Atlántico o del mar Cantábrico que en el Mediterráneo, que en esta época supera los 20º de temperatura. 

Lo cierto es que, salvada esa primera desapacible sensación de notar el frío en algunas zonas como la espalda o la tripa, estar sumergido en agua a menos de 16º provoca en nuestro cuerpo una sensación de relajación y de reactivación de la sangre muy placentera.

"Al entrar en contacto con el agua fría, los vasos sanguíneos se contraen y el cuerpo redirige la sangre a los órganos vitales. Esto se llama vasoconstricción. Al salir del agua, es todo lo contrario. Se produce una vasodilatación, es decir, un aumento del diámetro de los vasos y del flujo sanguíne. Esto desbloqueará los órganos internos, favorecerá el intercambio de oxígeno y la relajación muscular", explica a la revista Madame Figaro el médico de familia Guillaume Barucq, autor del libro Surf Terapia, curarse en contacto con el océano.

Además, señala el especialista, el agua fría tiene la cualidad de reducir la el dolor y la inflamación de nuestros músculos y articulaciones gracias a un doble efecto —lo mismo que la bolsa de guisantes a la que se recurre con frecuencia en caso de esguince o cirugía dental—.  “En primer lugar, el frío actúa como analgésico sobre el dolor y ralentiza el proceso inflamatorio", aclara por un lado. Por otro, "la presión del agua salada del mar contribuye a la ingravidez del cuerpo y a su suave retorno al movimiento, mucho más fácilmente que en tierra firme", así se facilita el movimiento y la recuperación de las zonas dañadas.

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Pero cuidado, tal y como advierte el doctor Barucq, lo ideal al entrar en el agua fría es hacerlo de forma progresiva, empezando por mojar la cara y el cuello para permitir que el cuerpo se termorregule y evitar  molestias o incluso hidrocución —popularmente conocido como corte de digestión—

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Mila Fernández es redactora de LIFE en 'El HuffPost' y editora de branded content.