Alerta sanitaria grave por altos niveles de mercurio en atún rojo procedente de España

Alerta sanitaria grave por altos niveles de mercurio en atún rojo procedente de España 

El Sistema de alerta rápida para alimentos y piensos (RASFF) ha dado la voz de alarma tras notificarse en Italia.

Atún a la venta en una pescadería.Getty Images / iStockphoto

El sistema RASFF (Rapid Alert System Feed and Food) de la Unión Europea ha emitido este martes una alerta alimentaria por un alimento procedente de España que ha calificado como "grave". Se trata de atún rojo refrigerado, que contiene sustancias que no debería.

Se ha notificado este 16 de abril a las 15:21 horas y el motivo es que los niveles de mercurio se encuentran por encima del límite en atún rojo (Thunnus Thinnus) refrigerado procedente de España.

El país que ha dado la voz de alarma ha sido Italia, y la RASFF ha decidido calificarla como "grave", aunque no incluye qué tipo de enfermedades se podrían contraer por consumir este pescado. Concretamente, se han detectado 2,2 ± 0,3 microgramos por kilo, mientras que el máximo permitido es de 1 mg/kg.

Se ha procedido a la retirada del mercado de este tipo de atún rojo en Italia para evitar cualquier tipo de riesgo sanitario.

Riesgos de la exposición al mercurio

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición al mercurio, incluso a pequeñas cantidades, puede causar graves problemas de salud y es peligrosa para el desarrollo intrauterino y en las primeras etapas de vida. Este metal puede ser tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos.

Aunque los seres humanos pueden verse expuestos al mercurio en diversas circunstancias, las principales vías de exposición son el consumo de pescado y marisco contaminado con metilmercurio y la inhalación en procesos industriales. Además, el hecho de cocinar los alimentos no elimina el mercurio presente en ellos.

Titania
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Santander

Tras la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras la exposición cutánea a ellos se pueden observar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras.