Adiós a la siesta española de toda la vida: la siesta inversa que hay que echarse en la hora menos pensada
Su origen proviene del mundo del pastoreo.
El objetivo de dormir la siesta es descansar durante un breve periodo de tiempo para recargar las pilas después de una larga mañana. El riesgo de esta práctica es descansar de más y que por la noche cueste conciliar el sueño. Expertos recomiendan dormir solamente que entre 10 a 20 minutos.
Cuando se habla de la siesta, se suele hacer referencia a la clásica de después de comer. Sin embargo, lo que poca gente sabe es que existen más tipos como la 'siesta del borrego' o también llamada 'del carnero'. Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), "se duerme antes de la comida del mediodía".
Puede que el nombre de este tipo de siesta pueda llamar la atención ya que están relacionados con el mundo del ganado o pastoreo. Esto tiene una razón lógica y es que la jornada de un pastor comienza a primera hora de la mañana. Después de varias horas caminando el ganado se dispone a comer y el pastor aprovecha para descansar durmiendo un rato. Con esta siesta, el pastor recupera las fuerzas y entonces se dispone a comer.
Beneficios de la siesta del carnero
Uno de los grandes beneficios de echarse la siesta antes de comer es que los niveles de ansia a la hora de comer se reducen. Esto se debe a que al estar descansados el apetito no es abundante y por tanto no se come en exceso. Otra razón es que se come con calma, sin impaciencia por lo que se disfruta más de la comida.
Al igual que dormir después de comer favorece a la digestión, echarse una 'cabezadita' antes hace que la comida siente mejor ya que si se come con prisa pueden ocasionar digestiones pesadas.
Según los expertos, el tiempo ideal es dormir 15 minutos independientemente del tipo de siesta. Es lo necesario para reponer energías, pero no alcanzar el sueño profundo. Si se supera, puede suponer que nos despertemos en plena fase REM y que al hacerlo nos sintamos aturdidos y amodorrados.