Adiós a beber agua fría en verano: una experta en nutrición revela el lado oscuro de esta costumbre
No siempre es lo más adecuado.
En pleno verano y con las temperaturas subiendo cada vez más, beber agua para hidratarse es fundamental para mantenerse sano y evitar problemas como los golpes de calor o la deshidratación. Para muchos, con el calor, es imposible beber agua del tiempo y apuestan durante todos estos meses por agua muy fría.
Este gesto puede refrescarnos, pero según una experta en nutrición no siempre es lo más adecuado para todas las personas ya que puede tener efectos indeseados. "Yo no recomendaría beber agua fría en verano",explica Guadalupe Blay, responsable del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, en declaraciones a La Vanguardia.
“Al tomar agua fría, nuestro organismo debe compensar la diferencia de temperatura, para regularse, y trabajar más de la cuenta. La digestión será más difícil y podemos tener un corte de digestión. Debemos pensar también que las grasas, con el agua fría, se solidifican y eso también dificulta que digiramos", asegura Blay.
Además, la experta revela que para el agua fría puede agravar las migrañas de las personas que las sufren y que tampoco se recomienda para las personas que padecen obesidad.
A pesar de que Blay no es nada partidaria del agua fría, otros expertos no ven el problema, todo lo contrario. Para Paloma Gil, doctora especialista en nutrición y endocrinología, tomar agua fría es bueno porque "ayuda a rebajar la temperatura del cuerpo" y asegura que solo supondría un problema si está "congelada".