Los 4 fármacos potencialmente mortales si se usan indebidamente, según la OCU
Hay errores en la medicación que pueden ser gravemente perjudiciales para la salud.
Todo el mundo comete errores y equivocarse con la medicación no es nada inusual. Sin embargo, algunos errores pueden salir muy caros y llevar a la persona directa al hospital. A veces, se suele confundir un medicamento con otro. Pero, otras veces, se produce un error con la dosis recomendada.
La OCU explica que hay cuatro medicamentos de "alto riesgo" que pueden causar daños graves e incluso mortales: diagoxina, brivudina, metotrexato y metamizol.
La digoxina, utilizada para insuficiencia cardiaca y arritmias, puede ser tóxica y provocar anorexia, náuseas, vómitos, malestar general, confusión, arritmias y bloqueo cardiaco si se toma en exceso. Cuentan el caso de Joaquina, que tomó el doble de la pauta establecida por una confusión con otro medicamento y tuvo que ser ingresada durante varios días en el hospital.
La brivudina se usa para tratar el herpes zóster en fase inicial. Se usa para el cáncer y para diferentes problemas de piel. Se recomienda espaciar al menos cuatro semanas con la toma de fármacos de la familia de las fluoropirimidas. Explican el caso de Saúl, que tomaba capecitabina, y fue recetado con brivudina para tratar un herpes zóster. A los pocos días su situación empeoró, le ingresaron en el hospital y falleció en 24 horas.
El metotrexato se receta a las personas con cáncer, psoriasis o artitris reumatoide. Sin embargo, si se toma a diario, los primeros signos de intoxicación son úlceras en la boca y garganta, anomalías sanguíneas graves o daño hepático. En el caso de Miguel, los farmacéuticos le entregaron, por error, metotrexato en lugar de metronidazol. Se terminó la caja, pero tuvo que estar ingresado durante 16 días en el hospital.
El nolotil o metamizol se suele utilizar para dolores intensos y ocasionales. Sus efectos secundarios son que puede producir anomalías sanguíneas graves y, en personas alérgicas, puede causar un shock anafiláctico con riesgo de muerte. Ramón ingirió metamizol porque llevaba varios días con dolor y no sabía que era lo mismo que nolotil, que no podía tomar. Tuvo que ser ingresado por una disminución grave de sus células sanguíneas.
Además de estos cuatro medicamentos que necesitan receta, la OCU incluye en su lista un quinto que se vende libremente en las farmacias. Se trata de frenadol, utilizado para contrarrestar los síntomas de las gripes y los resfriados. En su prospecto indica una lista de personas que deben consultar a su médico antes de tomarlo, entre ellos los que sufren hiperplasia de próstata. Este fue el caso de Pepe, que sufría esta enfermedad y por culpa del frenadol terminó en el hospital con una retención urinaria.