Rosalía y Bad Gyal, poderío femenino en el final de un accidentado Primavera Sound Madrid
El festival cierra su primera edición con unos 90.000 seguidores en dos jornadas
Ni la lejanía del centro ni los problemas en los accesos el día anterior han minimizado el tirón de Rosalía en una jornada de música eminentemente femenina en Primavera Sound Madrid, que ha cerrado su primera edición con unos 90.000 seguidores en dos jornadas, 6.000 personas más este sábado que en su apertura.
Junto con su paisana Bad Gyal, sabiamente programada a continuación, las dos artistas catalanas han conformado un tándem con enorme poder de convocatoria a pesar de que sus actuaciones se han reservado para el ahora presunto turno estelar del festival, el de pasadas las 2 de la mañana, lo que por otro lado ha ayudado a que la afluencia al recinto fuera hoy más escalonada y fluida que ayer.
"¡Estoy muy agradecida a esta ciudad que siempre me ha recibido con los brazos abiertos y que es muy motomami!", ha exclamado Rosalía tras el consabido arranque de su espectáculo entre rugidos de acelerones y "Saoko", "Bizcochito" y "La Fama".
Ha vuelto así a Madrid en loor de multitudes cuando está a punto de cumplirse un año del inicio de su "Motomami World Tour" y cuando esta gira afronta precisamente sus últimas fechas con el mismo espíritu revolucionario basado en la estética coreografiada de Tik Tok, con ocho bailarines y tanta interacción con las cámaras como con el público a sus pies, aún sin instrumentos en vivo pero con muchas canciones nuevas que se han ido incorporando en este tiempo.
Entre ellas han estado, claro, "Despechá", bautizada en esta misma gira pero con una vuelta de tuerca hiperacelerada y aires "techno", así como "Lie Like You Love Me", "Beso" y "Vampiros", pero no "Tuya", estrenada este pasado viernes, dentro de un repertorio más corto adaptado al formato de festival y con el acento en su último disco, mientras que "El mal querer" (2018) se ha quedado reducido a "Malamente" ya casi como broche final.
Una jornada muy femenina
Con el permiso del DJ Calvin Harris, el predominio entre los artistas con más pegada de esta jornada de una notable energía LGTBq+ y femenina (un 39% de todo el cartel son mujeres, como ha destacado "con orgullo" la organización) se ha plasmado de forma natural en la diversidad del público y hasta en su vestuario, con un punto más de fantasía que en la jornada más testosterónica previa.
Buena culpa de ello la han tenido figuras como Arlo Parks, aún al calor del sol de tarde y del suave arrullo que ha sabido crear en amparo de la diferencia con sus dos discos en el mercado, incluido el reciente "My Soft Machine" o "Collapsed in Sunbeams" (2021), premiado con un Mercury al mejor álbum británico.
En esa liga se han colado asimismo el r&b alternativo de la estadounidense Kelela y la neerlandesa de origen iranía Sevdaliza, una de las actuaciones que más ha sorprendido por su sensual e incluso lúbrica propuesta, con bases eclécticas y muy bailables, entre el trip hop y el r&b.
No se puede olvidar tampoco en el ámbito del urbano latino a dos ciclones: la dominicana Tokischa y a la puertorriqueña Villano Antillano, que ha celebrado a las lesbianas y la presencia de muchas "banderas trans" en su concierto.
"¡Las personas racistas valen mierda!", ha proclamado justo después, tras cantar su grán éxito junto al productor agentino Bizarrap y condenar como apostilla a su actuación el trato recibido por el jugador del Real Madrid Vinicius por ser negro.
También cabe destacar la inquietud y ambición de dos artistas que se mueven en el lado alternativo del pop como son St. Vincent y sobre todo la pujante Caroline Polachek con uno de los "shows" más vistosos del festival, el primero que hace en Madrid y que salvó in extremis tras padecer un problema en la voz durante casi toda la semana, según ha contado ella misma.
Uno de los puntos más celebrado y a la vez más criticado de esta edición ha sido la incorporación de Calvin Harris con un "show" que tiene poco de directo pero que llega bien cargado de luces, vatios y todo tipo de efectos, además de una batería casi infinita de "hits" globales como "One Kiss", "We Found Love" o "This Is What You Came For" para llevar a los asistentes al filo de la medianoche al punto de combustión idóneo para darle el relevo a Rosalía.
Balance de la edición
Con todo ello se ha cerrado este primer desembarco en Madrid de la popular marca de música en vivo de Primavera Sound, con el que se han aprendido unas cuantas lecciones, por ejemplo que la lluvia aparece cuando menos se la espera (hasta forzar la cancelación de toda la jornada del jueves) o que la movilidad es probablemente el gran fantasma de esta franquicia.
Aún así, según se ha señalado hoy en rueda de prensa, 42.000 personas se asomaron a Primavera Sound el viernes y otras 48.000 este sábado, cerca del límite de 50.000 asistentes diarios que marcó la organización precisamente por la capacidad de los accesos al recinto.
Satisfechos con esas cifras, sí han reconocido sin embargo que, si bien el espacio interior se adapta perfectamente a la idiosincrasia de este festival con 12 escenarios, hay otras circunstancias a tener cuenta y "se valorará" para próximas ediciones la idoneidad de la Ciudad del Rock como sede definitiva.