Todo lo que debes saber para practicar 'sexting' con seguridad
Es un práctica habitual, especialmente en adolescentes.
La vida sexual ya no exclusiva del dormitorio, sino que los teléfonos móviles y las redes sociales son una parte activa y, para algunas personas, indispensables para su satisfacción. En los últimos años el sexting ha ido ganando adeptos en todos las generaciones pero son los adolescentes los que deben prestar especial atención al hacerlo.
Laura Marcilla, sexóloga y divulgadora de educación sexual en institutos, explica que lo primero que hay que tener claro al hacer sexting es que "si la otra persona rompe el acuerdo" y filtra una fotografía íntima no se ha hecho nada mal ni es culpable la persona que ha sufrido una filtración.
Además, la experta desmiente un mito o un consejo habitual, solo practicarlo con personas de confianza. "Por desgracia no te garantiza nada. De hecho se han visto casos de personas que hasta hace tres días eran pareja y por rencor o despecho uno de ellos comparte fotos íntimas. Igual que la confianza no protege contra las enfermedades de transmisión sexual (ITS), esto tampoco", asegura Marcilla.
Para la sexóloga este consejo no es "infalible" y se puede dar el caso de que una persona con la que has quedado un par de veces te respete más que alguien con quien has tenido una relación duradera. "Eso sí, hay gente que necesita la confianza para hacer sexting, pero no es garantía", añade.
Además, la experta insiste en que hay que asegurarse de que la persona con la que queremos practicar sexting también quiere participar y recibir esas fotos. Marcilla pone el ejemplo de las fotopollas no deseadas y asegura que cuando acude a impartir talleres en institutos, la mayoría de adolescentes de las clases han recibido estas imágenes sin pedirlas y sin consentimiento. "Estamos hablando de niñas de catorce años", insiste.
Ojo con la WiFi
Marcilla recomienda hacer sexting siempre desde una conexión WiFi privada en lugar de una pública "como puede ser la de una biblioteca o una plaza del pueblo". ¿La razón? Las conexiones públicas son más fáciles de hackear y de que, en consecuencia, puedan filtrarse fotografías íntimas.
Tapar la cara y los fondos reconocibles
La sexóloga también recomienda, para mayor tranquilidad, "no enseñar la cara ni otras cosas reconocibles como los tatuajes". "Al menos si la otra persona no respeta tu intimidad no se reconocerá", indica Marcilla, que también asegura que buscar un fondo neutro también puede ser una buena opción para evitar que se reconozcan habitaciones.
Además, si se está practicando sexting con varias personas a la vez y se envía la misma foto taparse la cara con emojis diferentes para cada persona para, en caso de deslealtad, saber quién ha filtrado la imagen.
Aplicaciones con fotos efímeras
"Algunas personas hacen sexting a través de Instagram y es verdad que ahora está la opción de mandar la foto y que luego desaparezca, lo ves una vez y ya está, no puedes descargarlo, pero sí puedes capturarlo", recuerda la sexóloga, que recomienda otras aplicaciones.
Marcilla aconseja opciones como Keepsafe o Signal, que permiten enviar una fotografía que se puede ver durante 30 segundos y después se autodestruye. "Además en estas aplicaciones si se hace una captura, saldrá mal, saldrá en negro o muy pixelada", explica la sexóloga, que insiste en que puede ser una buena manera de curarse en salud.