¿Por qué Israel participa este año en Eurovisión y Rusia no?
Los organizadores del festival consideran que la televisión pública israelí no actúa como órgano de propaganda del Gobierno, al contrario que las rusas con Putin.
La inclusión este año de Israel en la lista de 37 países participantes en el festival de Eurovisión ha generado una ola de críticas hacia sus organizadores y distintos llamamientos de boicot al programa televisivo de mayor audiencia en Europa.
Tras el ataque de Hamás del 7 de octubre y la respuesta del ejército israelí sobre la población de Gaza, que ya se ha saldado con 34.800 muertos y más de 78.200 heridos en sólo siete meses, diferentes organizaciones reclamaron a la UER la expulsión de Israel de Eurovisión por los "crímenes de guerra" que estaba cometiendo el gobierno de Netanyahu y la violación "en materia de derechos humanos". De hecho, reclamaban que se le diera el mismo trato que a Rusia en 2022, cuando el festival vetó su presencia en el concurso tras la invasión a Ucrania. Una expulsión que, dos años después, se mantiene vigente y se amplió a Bielorrusia por "los ataques a la libertad de prensa en el país".
Pese a las protestas, a primeros de diciembre la UER incluyó a Israel dentro de la lista de participantes para la edición número 68 del certamen, que se celebra estos días en Malmö (Suecia) tras el triunfo de Loreen. Su inclusión desató una ola de críticas entre asociaciones propalestinas y partidos políticos, como fue el caso de Podemos en España, proclamando el boicot al festival.
Igualmente, diferentes televisiones integradas dentro de la plataforma mostraron su recelo ante esta decisión. España, Croacia, Islandia, Portugal, Suecia, Reino Unido, Italia y Alemania votaron en contra de Hurricane, la canción que la televisión pública israelí ha enviado para competir por el triunfo después de que la organización rechazara sus dos anteriores propuestas, al considerar que la letra incluía de forma directa o indirecta referencias veladas al conflicto con Palestina. Algo que vulnera las normas del concurso, ya que las mismas estipulan que los temas presentados no pueden tener "carácter político".
Noel Curran, director general de la UER, defendió posteriormente en una entrevista la inclusión de Israel al considerar que la KAN, la televisión pública israelí, cumplía con las reglas del festival. Además, explicó los motivos por los que no se la expulsaba, al contrario de lo que ocurrió con Rusia tras su ofensiva en territorio ucraniano.
"Las comparaciones entre guerras y conflictos son complejas y difíciles. (...) En el caso de Rusia, las televisiones rusas fueron suspendidas de la UER debido a sus persistentes incumplimientos de sus obligaciones como miembros de la corporación y la violación de los valores que todo servicio público debe salvaguardar. La relación entre la KAN y el Gobierno israelí es sustancialmente diferente a la relación que existe entre esas televisiones rusas y el Estado. De hecho, en los últimos años el Gobierno israelí amenazó con cerrar la televisión pública", señaló.
Además, Curran defendía que la UER actuaba del mismo modo que otras "organizaciones internacionales y federaciones deportivas", como es el caso del COI en los Juegos Olímpicos, que permiten la participación de representantes israelíes en sus competiciones o foros.
Cabe recordar, no obstante, que el principal patrocinador del festival desde 2019 es Moroccanoil, una conocida marca de cosméticos que fue fundada en Israel en 2007. Su inversión económica es tan importante que, en determinados emplazamientos, su logotipo es tan grande como el del propio festival. De ahí la posible negativa de Eurovisión a dejar fuera a Israel del concurso, según algunos de los fans del certamen.