Por qué beber agua antes de irte a dormir no es precisamente la mejor de las ideas
Tiene que ver con la "regla 10-3-2-1".
Ponerse el pijama. Beber un último trago de agua. Lavarse los dientes. Y dormir hasta la mañana siguiente. Es la rutina, o muy parecida, que siguen muchos antes de acostarse. Sin embargo, la revista masculina alemana Oneman ha destacado que dar un sorbo al vaso de agua justo antes de dirigirnos a la cama no es la mejor de las ideas.
El motivo radica en la que la publicación ha denominado la "regla 10-3-2-1", que más de uno sigue para irse a dormir. Esta consiste en seguir una serie de pasos que vienen marcados por los números que vienen reflejados en la idea. La primera de ellas consiste en dejar de beber café 10 horas antes de irse a la cama.
El 3 hace referencia al total de horas que deben de pasar entre el momento de acostarse y la última comida. El número 2 tiene que ver con el total de horas de diferencia, mínima, que recomiendan entre el final de la jornada laboral y el comienzo de nuestra rutina de sueño.
Finalmente, la última parte de la norma consiste en dejar de usar las pantallas, al menos, una hora antes de dirigirnos a la cama para dormir.
¿Y el agua?
Sobre el agua también se han pronunciado en la ya citada revista alemana. La relacionan con el tercer punto de la norma y precisan que hay un debate abierto con cuál es el momento óptimo para dejar de beber agua en el día. En este sentido, recogen que muchos científicos añadirían dejar la última ingesta de esta bebida para, al menos, tres horas antes de irnos a la cama.
Según indican desde Oneman puede ser que, si se ingiere algo de líquido justo antes de acostarse, es probable que alguien necesite alterar su patrón de sueño para poder ir al servicio, en caso de necesitarlo.
