Patricia Cazón: "El primer prejuicio que tuve al llegar a un medio deportivo fue que no encontraría ninguna mujer y claro que las hay"

Patricia Cazón: "El primer prejuicio que tuve al llegar a un medio deportivo fue que no encontraría ninguna mujer y claro que las hay"

Entrevista a la periodista deportiva Patricia Cazón, que acaba de publicar su quinto libro, 'Las mujeres salmón'.

Patricia Cazón publica 'Las mujeres salmón'JESÚS ÁLVAREZ ORIHUELA cedida a 'El HuffPost'.

Patricia Cazón es periodista deportiva. Desde 2004 trabaja en Diario AS y, aunque a lo largo de su trayectoria ha cubierto distintos ámbitos del deporte, actualmente es la cronista del Atlético de Madrid. Su experiencia en la profesión va más allá de la prensa escrita, dado que también trabaja en programas de televisión como Estudio Estadio. Y ahora ha publicado su quinto libro —o, como ella lo denomina, su "quinta Champions"—: Las mujeres salmón (Debate)

Con motivo de este lanzamiento, atiende a El HuffPost y analiza la evolución del papel de la mujer en el ámbito deportivo. Durante la conversación no se refiere únicamente a las profesionales que se han dedicado a él, sino que también habla de aquellas que han trabajado alrededor del mismo, como las periodistas deportivas. Y lo mismo hace en su recién publicado libro, con el que ha buscado que "cada mujer cuente una parte distinta de toda esta historia común". Considera que "la mayor victoria por equipos es la de las mujeres" y que "cada una tiene una pequeña parte de derribar ese techo". 

Publica Las mujeres salmón. ¿Por qué ha escogido ese título?

Yo quería un título llamativo, que tuviera mucha fuerza, que detuviera a la gente, que la gente dijera, '¿las mujeres salmón?', una cosa distinta. Y, sobre todo, porque es como un verso, es una metáfora del nado a contracorriente de tantas mujeres en el deporte, en el periodismo deportivo y alrededor de la parcela del deporte, que es un vehículo de la vida. Pero, en realidad, es un título que se puede aplicar a todas las mujeres en general.

A lo largo de las páginas del libro cuenta la historia de multitud de mujeres en un recorrido que comienza con Lilí Álvarez. ¿Por qué ella?

Tú escuchas "Manolo Santana" y todo el mundo sabe quién fue. Todo el mundo sabe que fue el pionero de la raqueta, que fue el que abrió las puertas en el tenis. Lo mismo con Ángel Nieto y las motos. Pero, más allá de la gente que trabajamos en deportes, pocos recuerdan quién fue Lilí Álvarez. Y ella fue la gran mujer pionera del deporte de este país, fue la primera en clasificarse para unos Juegos Olímpicos, fue la primera en jugar una final de Wimbledon. Fue tanto que Alfonso XIII pidió ir a la pista central de Wimbledon para verla jugar.

Era una celebridad para su época y prácticamente la sociedad en general la ha olvidado. ¿Por qué? Y como me pregunto por qué, quiero remediar eso y quiero ponerla en su sitio. Por eso la elegí para el prólogo: porque ella fue la primera, la primera de todas. Y de una larga lista de mujeres que son unas heroínas. Si tú ves el índice del libro, muchas de ellas te suenan, las conoces. Otras, no tanto y ¿por qué? ¿Por qué tantas veces hay triunfos de mujeres que se olvidan?

Aunque no sólo habla de mujeres deportistas, también dedica capítulos a mujeres periodistas, como Olga Viza y Paloma del Río.

Quizá porque tengo una sensibilidad especial con esto. En otras entrevistas me han preguntado '¿tú te consideras una mujer salmón?'. Y yo digo 'no, yo sobre todo me considero afortunada', porque yo estoy en un sitio gracias a que mujeres antes que yo abrieron camino. 

En el deporte he vivido desde muy niña el ver a mujeres hacer lo que a mí me gustaría hacer y he tenido referentes. Ellas lo hicieron sin referentes, lo hicieron porque les salía del cuerpo. Nos abrieron el camino a las demás y no tuvieron ayuda, sino más bien muchas dificultades. Aunque como Olga dice: las primeras mujeres también tuvieron las cosas fáciles hasta que las cosificaron.

"Pretendo que el libro sea como un crisol de voces: te acercas y ves cada historia particular, pero te separas y ves toda la historia de la mujer en el deporte"
Patricia Cazón

Yo pretendo que el libro sea una gran historia, como un crisol de voces. Tú te acercas y puedes ver cada historia en particular, con sus vivientes, su lucha, sus éxitos, su legado. Pero te separas y, entonces, ves toda la historia de la mujer en el deporte o, incluso, la historia de la mujer en la sociedad a lo largo del último siglo.

Otra de las periodistas deportivas que aparecen en el libro es Danae Boronat. 

Danae fue la primera mujer en retransmitir un partido de liga masculina de Primera División en España. Con ella quería abordar el tema de las redes sociales. Porque yo sé que tantas y tantas mujeres que están trabajando en deportes abren sus redes sociales y se encuentran con una cantidad de mierda absoluta, de vómito y de odio solo por tratar de ser profesionales y hacer su trabajo.

De hecho, fíjate, al final capítulo de Amaya Valdemoro ella también lo comenta. Antes, ella como jugadora, iba a un campo y se encontraba no sólo con insultos, pero una vez terminaba el partido, eso se quedaba ahí. Sin embargo, ahora está en tu teléfono, a todas horas, no descansas. Y cuando insultan a los hombres, que también hay un montón de odio hacia ellos, rebuscan más los insultos, pero a nosotras siempre nos insultan por el mismo lado: que si fregar, que si barrer. Siempre es igual.

¿Cómo cree que ha cambiado, desde que empezaran Olga Viza y Paloma del Río hasta ahora su profesión, la de periodista deportiva?

Yo cuando llegué al Diario AS, llegué con un prejuicio. Y es que no iba a encontrar ninguna mujer, porque era un medio deportivo. Pero cuando llegué a la redacción, me encontré que había un montón de mujeres trabajando, entre ellas Carmen Colino, que yo siempre digo que es la mujer que nos ha abierto más las puertas a las que venimos detrás. Ella tiene de gran referente a Mari Carmen Izquierdo. 

Y claro que hay mujeres y muchas y cada vez hay más. De hecho, considero que a nivel raso cada vez extraña menos. Y ya no es extraño ni ver mujeres en campos, ni en bandas, ni cubriendo equipos. 

Ese camino se lo debemos a las primeras. Ellas sí que fueron a contracorriente. Nosotras, gracias a Dios, nos hemos encontrado ya un río y un sendero hecho, un caudal. Y creo que ahora empieza a haber mujeres en puestos de mando y puestos de arriba. 

En otra entrevista aseguró que, de los cinco libros que ha publicado, este "quizá sí que sea el libro cuya escritura más me ha enseñado y más me ha hecho crecer como mujer". ¿Por qué?

Sí, porque me ha hecho pensar muchas cosas que hasta el momento creo que solo me había hecho pensar el libro de Caitlin Moran, Cómo ser una mujer, en el que habla de feminismo, de las barreras que a lo largo de la historia han conseguido derribar las mujeres y de cosas que yo ni siquiera pensaba que vivía y que gracias a aquel libro empecé a darme cuenta de que vivía. 

¿Como qué cosas?

Pues como que hay cosas que parece que van inherentes a nuestro género, ¿Por qué una mujer tiene que hacerse la cama antes de irse a competir? Ahora no, pero hace 40 años, sí. ¿Por qué si no estoy yo en casa la cama no se hace? Cosas que dices 'ostras, todavía queda mucho'. 

También lo de la conquista de las portadas deportivas. Yo llevo 20 años trabajando en el AS. Y ganaba una mujer una medalla, un campeonato de tenis, lo que fuera, y en mi cabeza no estaba que al día siguiente fuera portada de AS, de Marca. Ahora sí.

¿Y cuál es la primera portada protagonizada por una mujer que recuerde que le impresionara?

Un triunfo femenino por equipos, no sé si en baloncesto, que fue portada y fue como '¡guau!'. Pero no recuerdo exactamente cuál fue. Recuerdo el golpe de los Juegos de Londres, de Mireia [Belmonte]. Y, sobre todo, cómo algo que hace 15 años era superexcepcional, ahora sabes que Carolina Marín gana y lo raro es que no sea portada. Y ahí se ha avanzado, se ha avanzado mucho. 

Es verdad que se van dando pasos y que parece que a veces avanza muy lento, pero eso sí que yo lo he vivido. Por eso esa historia la quería contar en el libro, porque lo he vivido de manera personal. Y porque ¿cómo puede ser que María Teresa Andreu jugara en los 70, que el Barça Femenino lleva 50 años haciendo cimiento y que Virginia Torrecilla no supiera que había equipos femeninos para que has chicas pudieran jugar en la década de los 2000?

Y de eso sólo hace 20 años.

Hace 20. Por eso, ahí también se ha avanzado mucho.

¿En muy poco tiempo, quizás?

Sí, creo que muy poco tiempo. Y fíjate, creo que ahí los Juegos de Londres fueron claves. Porque en los Juegos de Londres, por primera vez, las mujeres deportistas españolas lograron más medallas que los hombres. Y dieron ese cambio de tendencia. Además, lograron más medallas que los hombres con tan pocos medios, tan poco apoyo, tan poca visibilidad, tanta lucha. Y todavía muchas llevando ropa de hombres, porque no les daban ropa ni de su talla ni de mujeres.

¿Le trastocó mucho a la hora de escribir el libro que la selección femenina ganara el Mundial?

Al contrario, fue un regalo. Porque yo estaba ya para entregarlo. Y tenía clarísimo que Amelia del Castillo fuera la primera historia. Entonces, la llamé y le pregunté cómo había vivido la final y le dije: 'Es que creo que esto cierra perfectamente esta historia que se comenzó a contar contigo hace 50 años'. Fue un regalo.

En el libro dedica cuatro capítulos a cuatro hombres.

Y podría haber más. Yo creo que en la historia de la mujer en general y del deporte femenino, acostumbradas a sacar pepitas de oro de migajas de pan, a veces solo necesitas que alguien confíe en ti. Que alguien te dé confianza. Y, a menudo, puede ser un hombre. Porque los hombres, como lo tienen más fácil, que traten a alguien sin mirar el género, ayuda mucho. En el libro, por ejemplo, cuento la historia de Rafa Muga, que es el gran pionero del fútbol femenino en España. 

"Acostumbradas a sacar pepitas de oro de migajas de pan, a veces solo necesitamos que alguien confíe en nosotras"
Patricia Cazón

Él organizó aquel partido en Boetticher —el campo de fútbol localizado en Villaverde donde se disputó el primer partido femenino— y al que llevaron al cuartelillo de la Guardia Civil por semejante atrevimiento. O Alfredo Relaño, por lo que te contaba de la conquista de la mujer, la evolución del peso de la mujer en la prensa deportiva. 

Luego también está Félix Laguna, que fue el entrenador de Salma Paralluelo. Que en la semifinal contra Suecia, la veíamos dar esa zancada y esa carrera, pues también me pareció superinteresante contar esa disyuntiva que tuvo en su cabeza Salma Paralluelo hasta elegir el fútbol, que es también una manera de hablar de mujeres que tienen que hacer muchas cosas hasta decidirse por una.

¿Y por qué acaba su libro hablando de un equipo mixto de fútbol de alevines de Valladolid?

Porque creo que es la fotografía perfecta de lo que cuenta el libro, del poso, el peso y el legado de tantas y tantas mujeres y también hombres. De mujeres, de toda su lucha, de lo que ha ido quedando. Es decir, niñas que quieren jugar a fútbol y ya no las ponen de porteras. Niñas que saben que pueden jugar a fútbol en equipos con otras niñas. Niñas que pueden elegir ponerse nombres de mujeres a la espalda en sus camisetas y no solo "Messi" o "Cristiano", como hace cinco años

Pero también es una foto de todo lo que queda por hacer, que todavía es mucho, porque a esas niñas todavía les dicen que mejor que aprendieran a coger un palo de fregona que a mover una pelota por un campo de fútbol, o a sus compañeros les llaman nenazas por jugar en un equipo con chicas.

Así que creo que es el epílogo perfecto de todas esas pequeñas semillas de esas mujeres salmón que desovaron y dejaron su huevo, sembraron para las siguientes, todo lo que se ha avanzado. Que, fíjate, parece poquito pero ya es mucho, pero todavía cuánto queda. Entonces quería que fuera la fotografía perfecta de lo que ha pasado y de lo que vendrá.

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Aitana Villegas es redactora de LIFE en El HuffPost. Se graduó en Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid y ha pasado por las redacciones de Público y Diario AS. Puedes contactar con ella escribiendo a: avillegas@huffpost.es