Muchos descartan a la 'planta de la bendición' para decorar su jardín
Suele crecer espontáneamente en jardines y otras zonas verdes.
Es costumbre que, cuando el amarillo ha dado paso al color blanco de sus hojas, los niños lo soplan a la par que piden un deseo. Se trata del diente de león, una planta que comúnmente se ha entendido como una mala hierba, dado que suele crecer espontáneamente en los jardines, así como en zonas verdes de la calle. Sin embargo, tiene más propiedades beneficiosas de lo que muchas personas creen.
Por un lado, las tiene para el propio jardín en el que crecen. Según recoge la revista colombiana Semana, sus raíces son tan profundas que contribuyen a que la tierra de descompacte y, así, se oxigene además de que mejore su estructura.
Esto, además, motiva más beneficios. El primero de ellos es que, de esta manera, el resto de plantas que conviven en el mismo suelo también pueden absorber los nutrientes con mayor facilidad, dado que al estar la tierra oxigenada, el agua también se filtra de manera más adecuada.
Y los beneficios no acaban ahí. Semana apunta que el diente de león es, además, un excelente aliado en el control de plagas. Esta planta atrae insectos como pulgones y mariquitas, que se alimentan precisamente de plagas. Por lo tanto, sirven para mantenerlas a raya, pero sin la necesidad de usar productos químicos.
También atraen a las abejas, las grandes ayudantes naturales en el proceso de polinización. De esta manera, se favorece la diversidad de especies en el entorno del diente de león.
Por otro lado, la misma publicación detalla que también cuenta con beneficios cuando la planta culmina su ciclo vital. Semana explica que, cuando se descompone, el diente de león sirve para enriquecer la tierra con algunos minerales, como el calcio o el potasio, que contribuyen a favorecer la buena salud del resto de plantas.