Marvel's Spider-Man 2 toca el cielo con su telaraña
Posiblemente sea el mejor videojuego de superhéroes hecho hasta la fecha.
Si digo que Marvel’s Spider-Man 2 es posiblemente el mejor videojuego de superhéroes hecho hasta la fecha, no me estaría equivocando demasiado. Insomniac Games, creadora de videojuegos que pertenece a Sony, tenía la complicada (y nada envidiable) tarea de superar la genial y maravillosa primera parte del ‘trepamuros’ que salió hace ya cinco años. Bueno, su respuesta ha sido duplicar la apuesta: ahora hay dos Spider-Man bien diferenciados (Peter Parker y Miles Morales), una Nueva York más grande, más secuencias de trepidante acción... Un clarísimo más y mejor. ¿Ha funcionado? Ha funcionado en todo.
El estudio ha escrito una historia memorable y logrado una ambientación de la que Stan Lee y Steve Ditko (padres del hombre arácnico) estarán orgullosos allá donde estén. Marvel’s Spider-Man 2 narra una de las mejores historias de la factoría y, aunque a la vista puede parecer más de lo mismo, en su interior guarda una cantidad de sorpresas que hará las delicias de los aficionados. Garantizado. Es cierto que no huele a nuevo y que repiten la base de la misma sobresaliente fórmula conocida, pero qué bonito es balancearse de manera más rápida y variada por esta ‘nueva’ Nueva York. Además, han añadido una nueva forma de moverse por Manhattan: por el aire y utilizando un novedoso ‘gadget’: las ‘alarañas’ y las corrientes de aire. Ambos sistemas combinan de forma fabulosa.
El combate se ha llevado al siguiente nivel, continúa siendo cómodo. La precisión de las esquivas continúa y como novedad se ha añadido el bloqueo perfecto (para que no todo sea cuestión de saltos y bofetadas) y un modo ‘Berserker’. Y, qué buenos son los remates a los enemigos (pese a que esto sí que no sea nuevo), pero dan una experiencia cinematográfica total. El movimiento de los golpes es más fluido y las habilidades, mezcladas con los poderes y el malabarismo, repartiendo estopa a todo villano que se cruce en nuestro camino es pura elegancia, rica coreografía muy bien orquestada.
Una de las mejores cosas del título son sus villanos. Spider-Man 2 hace gala de una pareja de villanos principales que desprender carisma a raudalres: Kraven y Venom, dos enemigos aterradores. Para evitar hacer spoilers, una sinopsis rápida: la historia gira en torno al gran cazador Kraven (a su lado, Predator sería un mero aficionado), y anhela una buena presa. Aburrido de la selva, sus secuaces le informan de que en Nueva York hay ciertos seres que supondrían un interesante reto para su juego, convirtiendo así la Gran Manzana en su nuevo coto de caza, héroes y villanos serán su trofeo a enmarcar.
Sin embargo, además de la trama principal, Nueva York guarda pequeñas y grandes historias que merecen ser exploradas. Y es otro de los puntos fuertes en los que ha mejorado y empeñado sus esfuerzos Insomniac. Y es que estas pequeñas misiones secundarias hacen conocer mejor a nuestros protagonistas, sus amistades, sus problemas personales e incluso sus relaciones con seres queridos perdidos. El pasado vuelve en ocasiones para atormentar a Parker y Morales, y entendemos mejor aún sus frustraciones, ya no sólo como superhombres, sino como seres humanos. Peter Parker avanza en su relación con MJ y recupera la relación con su mejor amigo, Harry Osborn. Y es en estos momentos cuando el juego recoge las influencias narrativas de otra saga muy querida de la casa PlayStation: Uncharted. Si los habéis jugado, sabréis de lo que hablo.
Marvel’s Spiderman 2 es la secuela perfecta, sin rodeos. Toma todo lo que hizo grande su predecesor y lo ha dopado con mucho más. Combates más grandes y complejos, minijuegos divertidos e ingeniosos, una ambientación difícilmente mejorable, gráficamente ligeramente superior a lo visto previamente, una gran historia que emocionará a los aficionados y unos personajes que se convertirán en historia del videojuego, tanto por su diseño como por sus enfrentamientos. Insomniac Games ha parido el mejor juego de su carrera y, posiblemente, el mejor juego exclusivo (en la fecha en la que escribimos este texto) de PlayStation 5.