Luces y sombras del primer año de Chanel tras Eurovisión: el problema fue monetary
Dos singles en el mercado y una colaboración televisiva son el potencial balance de una artista que no ha sabido aprovechar el tirón de su éxito en el festival. Algunos analistas culpan a su equipo de confianza y a sus altas pretensiones económicas.
Chanel abandonó España dirección a Turín como una representante en Eurovisión cuestionada y vapuleada en redes sociales, y regresó dos semanas después como la heroína que acabó con el malogrado periplo de RTVE en el festival durante los últimos años. Su histórico tercer puesto con SloMo, el mejor resultado para España en 27 años de concurso, supuso el punto de inicio de una prometedora carrera que, un año después, no ha terminado de despegar. Dos singles en el mercado y una colaboración televisiva son el potencial balance de una artista que, en este año de reinado, ha cambiado de discográfica, ha limitado su relación con los medios y ha sido acusada de pedir un desorbitado caché en reiteradas ocasiones. Sí, muchas veces el problema fue monetary.
La mami fue directa a por el micrófono de cristal de Eurovisión. A romper caderas, romper corazones... y a callar bocas. No se llevó el preciado trofeo, pero sí volvió a España en olor de multitudes como si de toda una ganadora se tratara. Centenares de personas se concentraron en la popular Plaza Mayor de Madrid un día después de la final para agasajar a la artista por la proeza lograda. En su primera rueda de prensa, Chanel no quiso ser vengativa con aquellos que la habían insultado y vilipendiado en los meses previos por ganar en el Benidorm Fest a favoritas de la audiencia como Rigoberta Bandini o Tanxugueiras, aunque sí advirtió que recordaba muy bien quién había estado "en este barco desde el primer momento".
Tras el festival, Chanel acaparó todas las portadas y su popularidad se disparó de tal manera que a prácticamente nadie le resultaba desconocida. Había nacido ante los ojos de todo un país una estrella y su futuro se antojaba prometedor. Sin embargo, su primera decisión fue escaparse unos días a Mallorca para desconectar de toda la vorágine que había supuesto el certamen. Durante su estancia, fue 'cazada' por la prensa del corazón junto a su novio Bastián disfrutando de la playa y el merecido descanso. Hasta entonces, la hispanocubana se había mostrado recelosa a la hora de hablar sobre su vida privada, pero las fotos publicadas obligaron a la artista a hacer oficial dicho romance. En paralelo, Chanel aceptó cantar en la gala de la reina del carnaval de Santa Cruz de Tenerife y fue pregonera del Orgullo gay de Madrid. Por el contrario, declinó viajar hasta Grecia para actuar también junto a la también diva eurovisiva Eleni Foureira.
Pero este no fue el único plan que se cayó de la agenda de la artista. Pese a estar confirmada su presencia como actriz en la serie UPA Next y en el musical de Nacho Cano Malinche, el equipo de la artista decidió descartar ambas opciones para centrarse en su carrera musical. En lo que respecta a la obra del ex de Mecano, su caída del cartel fue paulatina: primero se dijo que sería la gran estrella de la obra, después que sólo participaría en algunas funciones y, finalmente, la mexicana Andrea Bayardo fue seleccionada como su sustituta.
Durante el verano, sus apariciones públicas también fueron muy contadas y algunos profesionales de la industria musical comenzaron a alertar de que Chanel no estaba explotando el 'efecto Eurovisión'. Además, se filtró que la artista pedía como caché unos 30.000 euros por actuación. Un precio desorbitado para una cantante con un único single en el mercado. La motivación económica también estaría detrás de su negativa a participar en Upa Next, aunque su equipo alegó "problemas de agenda".
El núcleo duro que ha dirigido hasta ahora la carrera de Chanel está formado por el tándem que hizo de SloMo todo un éxito: el compositor Leroy Sánchez y el coreógrafo Kyle Hanagami, ambos residentes en Estados Unidos. Los dos proyectaron hacer de Chanel toda una estrella internacional a través de una estrategia que se acabó volviendo en su contra. "Ha habido una serie de 'noes' que no se han entendido para una persona que sólo había sido tercera en Eurovisión", analiza Juanma Fernández, periodista de El Español y especialista en el festival. En su opinión, el problema de Chanel "es que han querido llevar su carrera desde fuera de España y la industria española no es como la americana". "Es absurdo pedir 35.000 euros por actuación. En nuestro país no hay persona con más éxito que Lola Índigo y ella no exige este tipo de cantidades", señala.
José Manuel Sánchez, periodista de El Plural, también cree que algunas decisiones de su equipo han podido perjudicar de manera directa a su carrera. "Han llegado a decir 'no' a que Chanel fuera imagen de marcas de maquillaje que le pagaban más que a Rosalía porque consideraban que era poco y han tratado de construir una superestrella con el modelo de negocio de EEUU, cuando probablemente vaya a comer durante décadas gracias al dinero de las fiestas de pueblos y ciudades como la inmensa mayoría. No puedes empezar la casa con el tejado por mucho que hayas obtenido un tercer puesto", sostiene Sánchez.
El periodista de El Plural afirma que la gente cercana a Chanel considera que la artista sigue todavía 'pegada' a Leroy Sánchez y Kyle Hanagami porque "siente que les debe algo y que es conocida gracias a ellos". "No se da cuenta de que los mismos que la auparon son quienes ahora le ponen piedras en el camino. En RTVE cuentan a puerta cerrada que fue la propia directora de comunicación del ente público, María Eizaguirre, la que convenció a Chanel de que era una oportunidad ir como pregonera al Orgullo gay. De hecho, si hacemos memoria, se anunció su nombre apenas una semana antes porque hubo que cerrar el acuerdo económico de su caché", detalla.
A su limitada presencia mediática por sus altas pretensiones económicas ("es una artista muy exclusiva o así la están intentando vender", denunciaba por ejemplo el programa Socialité) y el cambio sustancial de su agenda de proyectos, se unieron después los problemas con su discográfica. Chanel había grabado SloMo con BMG, pero ella no estaba incluida en su cartera de artistas. Su negativa a firmar con el sello una vez su fama explotó en Eurovisión obligó a echar el freno de todos sus proyectos hasta que en octubre hizo oficial su contrato con Sony.
El primer trabajo fruto de ese acuerdo fue TOKE, la canción que se convertiría en el himno de RTVE para el Mundial de fútbol de Qatar. El single se acabó estrenando en los días previos al arranque de la competición, casi medio año después de que Chanel triunfara en Eurovisión. Para muchos, demasiado tiempo de espera. "Yo no hubiera esperado tanto a sacar nuevas canciones, pero también creo que no ha sido voluntario. Hubo un cambio de discográfica y su equipo ha querido tener muy claro qué pasos debían darse", opina Tony Aguilar, locutor de la emisora musical Los40.
Lo peor es que TOKE no funcionó comercialmente. Aunque la canción se estrenó con éxito y Sony apostó por ella para la radiofórmula, el tema tuvo un breve recorrido. Además, Chanel tuvo que hacer frente a las críticas por haber hecho una canción para una competición deportiva que se celebraba en un país que restringe de forma notable las libertades de las mujeres y del colectivo LGTBIQ+. "En su equipo empezaron a alimentar que iría a cantar TOKE a Qatar como si fuera Shakira con el Waka Waka y era mentira. No había ni oportunidad ni intención por parte de Sony de exponer a una artista como Chanel a las críticas por ir a cantar a un país en el que no hay derechos humanos. Rápidamente recularon y apareció en un photocall diciendo su ya famoso 'amor, no voy a ir a Qatar'. Ese tipo de actuaciones la han perjudicado", cuenta al respecto José Manuel Sánchez.
2023 arrancó sin nueva música de Chanel ni fecha para su primer disco. Para colmo, la cantante rechazó actuar en la segunda edición del Benidorm Fest como vigente ganadora. "Es el momento de los artistas que están compitiendo", señaló ante las críticas de los eurofans. En la ciudad alicantina, Chanel apareció, entregó el trofeo a Blanca Paloma y se marchó sin cantar de aquel escenario que la descubrió. "Fue un error no actuar en Benidorm y justificarlo de esta manera. Hubiera sido muy bonito y muy buen cierre para su año cantar en la preselección", razona Juanma Fernández.
Finalmente, a punto de cumplir el primer aniversario de su participación en Eurovisión, RTVE la confirmaba como jurado de su programa Cover Night y Sony anunciaba el lanzamiento de Clavaíto, un single conjunto de Chanel con Abraham Mateo. El tema ya ha sumado en pocos días casi cuatro millones de reproducciones en Spotify y otros dos en Youtube, por lo que algunos auguran que será la canción del verano. "A mí me habían dicho que Clavaíto iba a ser un temazo y lo es. Está funcionando y es perfecta para reconducir la carrera de Chanel", asegura el periodista de El Español.
Pero un año después de su paso por Eurovisión, ¿qué futuro le espera a Chanel? Los periodistas consultados por El HuffPost hacen una valoración diferente de lo que puede ocurrir con la mujer que obró el milagro eurovisivo. "Si las decisiones van por el camino de ahora y su equipo entiende cómo funciona la industria española, ella ha demostrado que es una artista 360. Ella puede hacer lo que quiera porque siempre va a tener esa facilidad para promocionarse tras haber quedado tercera en Eurovisión", considera Fernández. "Vamos a tener Chanel para rato. Al menos, es lo que espero", sostiene a su vez Tony Aguilar.
Finalmente, José Manuel Sánchez cree que Sony es capaz de explotar a una artista como Chanel, aunque advierte: "Una vez pregunté a una persona de su equipo en qué punto estaba la carrera de Chanel y explicaba que no se podía hablar de eso porque no tenía carrera. Va a tener el futuro que quiera tener porque tiene voz, talento y disciplina. Pero es un diamante en bruto que aún se está empezando a pulir".