Los psicólogos revelan las ocho señales de que eres una persona agotadora

Los psicólogos revelan las ocho señales de que eres una persona agotadora

Y cómo evitar serlo.

Mujer cansada en una conversación. George Clerk

En ocasiones hay algunas personas a las que se evita a toda costa porque resultan agotadoras. Su conversación suele provocar el aburrimiento e incluso irritación a los demás y generar rechazo.

Generalmente, estas personas tienen algunos rasgos en común que hacen que una conversación o tomar un café con ellos sea menos agradable que con cualquier otra persona con la que se pueda charlar distendidamente.

Uno de ellos, según explican los psicólogos y recoge Lachlan Brown al medio británico Global Editing, es "ser el centro de atención", es decir, no contar tus sentimientos y pensamientos de una forma normal, sino no dejar que los demás participen de la conversación y acapararla con tus experiencias y punto de vista. "Si te das cuenta de que constantemente estás poniendo el foco en ti mismo, tal vez sea el momento de practicar un poco de autoconciencia y trabajar en tus habilidades para escuchar", apuntan en el citado medio.

Otro signo puede ser convertirse en un foco de negatividad. Es decir, que tus conversaciones se centren en críticas y quejas sobre lo que te ocurre, siempre dejando un hueco para el desahogo sin que este cope la conversación. "Recuerdo una época de mi vida en la que estaba pasando por un momento difícil y mis conversaciones estaban llenas de quejas sobre todo lo que iba mal. No me di cuenta en ese momento, pero al mirar atrás veo que probablemente era una persona difícil con la que estar", ejemplifica Browm.

Interrumpir a los demás es otro gesto propio de este tipo de personas que tratan de exponer sus comentarios sin dejar acabar a los otros. "Transmite el mensaje de que lo que tienes que decir es más importante que lo que ellos están expresando. Esto puede crear un entorno agotador para los demás, haciéndolos sentir ignorados y subvalorados", apuntan en el citado medio.

Otro comportamiento que suele darse en estas personas es no tener en cuenta las aportaciones de los demás. "Esto no significa que tengas que estar de acuerdo con todo lo que se dice, pero mostrar voluntad de considerar diferentes puntos de vista puede marcar una diferencia significativa en la calidad de tus relaciones", señalan en el artículo.

Esto se refleja también en una falta de empatía de este tipo de personas. Según Brown, esto puede ser "agotador" para el resto ya que consideren que no se tienen tus sentimientos en cuenta puede "generar sentimientos de aislamiento y frustración".

"Mostrar un poco de empatía puede ayudar mucho a que tus interacciones sean más agradables y menos agotadoras para los demás. Intenta ponerte en el lugar de la otra persona antes de responder", enfatiza.

Otro comportamiento característico de estas personas es la competitividad, ya sea en las conversaciones como en realizar planes. "Esta constante búsqueda de la superioridad puede pasar factura a las relaciones, ya que crea un entorno en el que cada interacción parece una batalla que hay que ganar. Esta mentalidad no solo convierte las conversaciones casuales en acontecimientos estresantes, sino que también impide las conexiones genuinas", explica Brown.

Estas personas tampoco suelen respetar los límites, tanto a nivel emocional como de comportamiento. "Si eres una persona que invade constantemente el espacio personal de los demás, monopoliza su tiempo o ignora sus sentimientos, puedes crear un entorno estresante y agotador, que puede hacer que la persona se sienta infravalorada y falta de respeto", recuerda el autor.

Por último, la búsqueda constante de validación externa también puede resultar agotadora para tu entorno. "Si a menudo te encuentras buscando cumplidos o afirmaciones, tal vez sea hora de trabajar en el amor propio y la confianza en ti mismo", recalca Brown.