La fruta dorada de Galicia que salva el corazón y en España casi no se consume por su escasa producción
Sólo se encuentra fresco dura tres semanas al año.
Tres semanas. Ese es el total de tiempo al año que está acotado el disfrute del mirabel. Al menos, en fresco. Así lo detallan desde El Faro de Vigo, donde concretan que ese período se suele situar alrededor de la segunda quincena del mes de julio.
Su cuna se localiza en la comarca del Baixo Miño. Concretamente, en O Rosal. En los árboles que en estas tierras crecen, encuentran su origen los mirabeles. Son un tipo de ciruela, carnoso y refrescante.
Su aspecto se caracteriza por el color dorado de su piel, aunque, una vez maduros, cobran un ligero tono rojizo. Es asimétricamente redonda. Y puede presumir de multitud de propiedades, tal y como recogen en la web oficial de la marca Mirabel do Rosal.
En la misma aseguran que estas piezas de fruta son fuente de vitaminas A y C, por lo que, además, cuentan con propiedades antioxidantes. Otro de los rasgos de las mismas que señalan es que también alberga minerales. Entre ellos, se encuentran el calcio, el potasio, el magnesio y el fósforo.
En el mismo texto señalan que también presentan un alto contenido en agua y que son ricas en fibra.
Desde la distribuidora de verdura ecológica LQA Thinking Organic, han destacado del mirabel algunos beneficios. Apuntan que favorece el tránsito intestinal, es refrescante e hidratante. Además, precisan que, dado que contiene betacarotenos, contribuye a cuidar la piel.
Gracias a la vitamina E que presume contener, el mirabel puede resultar beneficioso para conservar la vista. También apuntan que aporta energía de manera muy rápida.