¿Involuntaria o queriendo? Un experto en comunicación no verbal da su veredicto sobre la peineta de Mañueco
"Me he sentido llamado a intervenir".
Como si se tratara de una jugada de fútbol, en las últimas horas numerosos políticos y tuiteros han sacado el VAR para analizar al detalle la supuesta peineta de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, mientras una procuradora socialista defendía en el pleno de las Cortes una iniciativa de ayudas a las personas celíacas.
"Quien analiza con detenimiento las imágenes se da cuenta de que es un gesto involuntario, que además estoy a espaldas a los que se han sentido ofendidos y desde luego quienes me conocen bien saben que no es mi estilo", defendió posteriormente Mañueco. "Fíjense bien", pidió a los periodistas.
"Me he sentido llamado a intervenir", ha escrito en su blog el experto en comunicación no verbal José Luis Martín Ovejero, especialista formado además en detección de la mentira por los responsables de las unidades de Análisis de Conducta de Policía Nacional y Guardia Civil.
Martín Ovejero describe cuatro "datos objetivos" sobre ese instante. "Si bien no levanta el brazo, sí que extiende el dedo corazón mientras mantiene la palma de la mano hacia dentro", describe.
"Permanece en esa posición durante un breve espacio de tiempo", puntualiza, además de añadir que "sube y baja el dedo en dos ocasiones", mientras "la otra mano se queda fija en el nudo de la corbata".
A tenor de lo que ve, realiza un análisis basado en lo que hace cada una de las manos. En cuanto a la derecha, la del polémico gesto, es rotundo: "Una acción tan poco natural, mantenida en el tiempo, aunque sea brevemente y, sobre todo, la repetición de subirlo y bajarlo me hace creer que no es un acto involuntario, sino efectuado a propósito".
Lo que ve en la izquierda no hace sino, en su opinión, confirmar su hipótesis: "Su cerebro se olvida de la mano izquierda que tiene en el nudo de la corbata, dando prioridad al gesto que está haciendo con su mano derecha". Como explica, su mente "no puede estar a realizar dos actos simultáneos", algo "normal en el ser humano". Se trata de un detalle que "vendría a confirmar la voluntariedad".