Tamara Falcó ya tiene diseñadora para su vestido de novia
Ha tenido que viajar a Nueva York para comenzar con el diseño.
Después de una semana de rumores y noticias sobre las idas y venidas de Tamara Falcó con las diseñadoras de Sophie et Voilà, todo apunta a que Tamara Falcó ya tiene quién se encargue de su vestido de novia.
Apenas a mes y medio antes de su boda, la marquesa de Griñón ha tenido que dar un giro en su hoja de ruta para encontrar una nueva firma para que le elabore el traje de su día especial. Según ha informado este domingo Vanitatis, Falcó habría optado por Carolina Herrera y se habría trasladado a Nueva York para la primera prueba.
"Hasta el último momento ha estado entre dos marcas internacionales y finalmente se ha decantado por Carolina Herrera por la extraordinaria relación que desde hace años mantienen ambas familias”, ha señalado una fuente cercana a la marquesa al citado medio.
Según informan en Vanitatis, Falcó viajó este domingo junto a su estilista Blanca Unzueta para reunirse con el equipo creativo de la marca, liderado por Wes Gordon. A pesar de lo precipitada que podría resultar esta decisión, según el citado medio, Carolina Herrera estaba entre las opciones iniciales al igual que Sophie et Voilà.
El pasado jueves, la hija de Isabel Preysler dio su versión de la ruptura de contrato con la marca en su visita a El Hormiguero (Antena 3). "El vestido había cambiado completamente y a esa prueba venía mi madre, y mi madre es muy exigente... Yo nada más ponérmelo no me veía con ese vestido, tenía unos volúmenes que no eran, en cuanto me lo probé supe que no era el mismo. Hay unas fotos que lo describen todo... Fue súper incomodo y ahí empezó a ir mal todo", señaló entonces.
Además, recordó que no era la única descontenta con el trabajo de las diseñadoras. "Mi madre no entendía nada, fue muy duro. Cuando bajé con el vestido solo hubo silencio, fue horrible", detalló. Por su parte, Sophie et Voilà no ha vuelto a pronunciarse tras el comunicado lanzado el pasado martes en el que aseguraron que no podían cumplir con las "exigencias" de la marquesa de Griñón. "Sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño”, indicaron entonces.