Las dos palabras con las que un experto en comunicación no verbal resume el discurso de Navidad del rey
Lleva desde 2015 analizándolo.
Huir del "germen de la discordia" fue la frase del discurso de Navidad de Felipe VI que se ha llevado todos los titulares. Todo se desmenuza de esta alocución, desde qué se ve en el fondo hasta los movimientos de cámara.
Nada escapa al ojo experto, como es el de los especialistas en comunicación no verbal. José Luis Martín Ovejero, que lleva desde 2015 analizando Navidad tras Navidad el discurso del monarca, define el de este año con dos palabras y señala tres importantes claves
El experto, formado además en detección de la mentira por los responsables de las unidades de Análisis de Conducta de Policía Nacional y Guardia Civil, ha señalado en su blog que el discurso de Felipe VI ha sido tan "focalizado" como "comprometido".
"El de este año me ha parecido de una gran coherencia entre su comunicación verbal y no verbal, lo que consigue darle una mayor contundencia, resultando más directo y eficaz", escribe. Esa focalización, señala, ha sido en España y en la Constitución.
La primera clave que le ha llamado la atención en lo referente a lo no verbal ha sido la fotografía de la jura de la Constitución de Leonor. Tenía claro que iba a aparecer, pero resalta que sólo aparezca esa foto: "Así de importante es para el rey este acto oficial de su hija". Además, está colocada justo a su derecha y sólo salen los reyes y sus hijas, no ningún político.
Destaca asimismo que está frente a la bandera de España, algo que no le resulta casual: "Se nos puede estar haciendo una clara asociación de ideas en plan 'santísima trinidad': Familia Real – Constitución – España".
El experto resalta que la comunicación no verbal del rey fue "muy convencida y comprometida", a tenor del movimiento de sus manos o de sus cejas. Por último, se fija en las imágenes que se emitieron como broche al discurso, de la princesa Leonor, la infanta Sofía, la reina Letizia y el propio rey estrechando manos y saludando, dándose "un baño de multitudes". Esto desliza la idea de "los ciudadanos nos quieren", apunta.
Además, la primera en aparecer fue la heredera, lo que interpreta como "un claro mensaje de futuro de la monarquía española".