La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin habrían firmado el divorcio en secreto, según '¡Hola!'
Los que fueran duques de Palma están separados desde enero de 2022.
Después de casi dos años separados, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin habrían firmado el divorcio en secreto, según publica en exclusiva este miércoles la revista ¡Hola!, que detalla que se desconoce la fecha exacta en la que lo firmaron. Sin embargo, apuntan que "eran ya dos personas libres a principios de enero".
La separación se anunció después de que la revista Lecturas publicara a mediados de enero de 2022 unas fotos de Urdangarin con la abogada Ainhoa Armentia paseando de la mano por una playa del País Vasco Francés. La pareja se conoció en el bufete donde trabajaban ambos y siguen adelante con su relación y viviendo juntos en Vitoria.
Según ¡Hola!, ambas partes han alcanzado un acuerdo económico para asumir los gastos de los hijos que tienen en común y tener tanto la infanta como Urdangarin las mismas oportunidades. Asimismo, el supuestamente ya exmarido de doña Cristina no recibirá ni pensión ni ningún tipo de indemnización. Y, sobre la propiedad de Bidart, continuará siendo de la infanta. Sin embargo, si alguno de los hijos de la expareja acude a la región francesa a pasar unos días con su padre, Iñaki podrá hacer uso de ella.
Iñaki Urdangarin reside en Vitoria desde marzo de 2021, cuando consiguió el tercer grado que le permitía vivir en casa de su madre, Claire Liabaert. El que fuera el yerno favorito del rey Juan Carlos fue condenado a cinco años y diez meses de prisión por los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico influencias en junio de 2018, cumpliendo parte de su condena en la cárcel de Brieva (Ávila).
La infanta Cristina sigue manteniendo su residencia en Ginebra (Suiza), donde vive con su hija Irene, de 18 años. Precisamente Irene Urdangarin ha jugado un papel fundamental a la hora de tomar la decisión ya que, según han ido informando estos meses la mayoría de medios de la prensa especializada, la infanta y Urdangarin querían esperar hasta que su hija pequeña cumpliera 18 años en junio de este año.
La principal consecuencia del divorcio será la retirada de la escolta de Iñaki Urdangarin, un asunto que ha provocado asperezas entre Casa Real, la infanta Cristina y el exjugador de balomano, que consideraba que debía mantener la protección policial hasta que termine de cumplir su condena.
El ministerio de Interior había empezado a tramitar la retirada de los escoltas a principios de este año, pero se topó con las reticencias de Urdangarin y de algunos de los miembros del equipo de seguridad. Fue entonces, tal y como confirmaron medios como Vanitatis, cuando se decidió esperar a que se formalizara el divorcio para proceder.
Del flechazo a la cárcel: la relación de los que fueran duques de Palma
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se conocieron en los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde él ganó una medalla con la selección española de balonmano, aunque la relación comenzó a fraguarse en Barcelona ese mismo verano. Concretamente en una fiesta para celebrar el triunfo del equipo. Fue allí donde la hermana de Felipe VI pidió el teléfono de “ese rubio” para invitarlo a una cita.
La pareja se casó poco más de un año después, en octubre de 1997, en una boda por todo lo alto en la catedral de Barcelona, rodeados de grandes personalidades y casas reales europeas. Los Urdangarin de Borbón se asentaron en la ciudad condal y allí. Todos altos, rubios y guapos, una familia de postal que hacía las delicias de la prensa rosa, especialmente durante los posados veraniegos en Mallorca.
Para seguir con su lujoso tren de vida, la infanta y Urdangarin, que había dejado el deporte y fundado el Instituto Nóos, compraron en 2004 un chalet en Pedralbes por casi seis millones de euros que se convirtió en símbolo del auge y caída del matrimonio. La pareja se gastó otros tres millones de euros en reformar el palacete, en la zona más cara de Barcelona y cerca del Liceo Francés y el club de tenis al que acudían sus hijos.
En vista de lo que estaba por venir ante el escándalo del Caso Nóos los Urdangarin de Borbón dejaron la capital catalana y se mudaron a Washington, pero no pudieron frenar el tsunami que llegó en 2011 con las revelaciones del escándalo de corrupción.
El Caso Nóos supuso la expulsión de la infanta y el deportista de la familia real y cuando Felipe VI subió al trono pasaron a ser simplemente familia del rey. Además, el monarca retiró el ducado de Palma a la infanta Cristina en 2015 tras su imputación en el proceso, en el que quedó absuelta.