David Bustamante: "He dejado de fumar y eso ha provocado que haya vuelto a subir de peso. Pero lo he dejado y ese es el gran logro"
El cantante de San Vicente de la Barquera acaba de lanzar su 11º disco 'Inédito' y es el protagonista de una lacrimógena y picante campaña publicitaria.
¿Crisis de los 40? Para nada, afirma categórico David Bustamente. Más bien lo contrario, porque, a sus 42 años, dice sentirse "en un momento increíble", haciendo cosas que de verdad le divierten, activo y aceptando cada nuevo reto que le plantean. "Creo que me he ganado el empezar a disfrutar absolutamente de todo: de mi público, de seguir sorprendiéndome, de la música, de los nuevos proyectos, de la gente, de las personas que me rodean, de mi pareja, de mi hija, de mi familia, de mis amigos. Estoy en un momento muy dulce y, vamos, me quedaría como estoy, sin dudarlo", asegura.
Hace unas semanas, el artista presentó su nuevo trabajo, su disco número 11, Inédito, con el que asegura se ha reconciliado con la profesión y con el que vuelve a estar tan ilusionado como cuando empezaba.
Pero además, el cántabro se ha hecho viral protagonizando la campaña de la marca de snacks Flamin’ Hot en la que tira de su sentido del humor y 'embotella' las lágrimas que salen de sus ojos ante la intensidad de esos Doritos, Cheetos y Ruflees.
David, te has pasado el juego con esas Lágrimas de Bustamante. ¿Es una campaña arriesgada o una provocación?
Noooo… Para mí, es una declaración de cómo realmente soy, de que tengo sentido del humor y de que sé reírme de mí mismo y que una cosa que era negativa, que se utilizó para atacarme, pues ahora le he dado la vuelta y quien ríe el último, ríe mejor. Y luego, es que comer picante es una de las cosas que más me gusta y no es la primera vez que me hace llorar el picante, la verdad, porque soy de los de los exagerados. Me gusta enchilarme, disfruto con el picante… Yo que cocino ahora siempre le doy un toque picante. Así que cuando llegó la propuesta de colaborar con Flamin' Hot dije 'no puede ser'. O sea es una campaña que me fascina.
¿Te propusieron la campaña o le diste tú esa forma?
Me llegó y cuando me dijeron cómo iba a ser así, me descojoné porque me hacía muchísima gracia. Y dije ‘claro, es que tengo que ser yo, quién va a ser’. Y lo cojonudo es que las lágrimas son mías de verdad, que las recogieron.
¿Cómo?
Mientras hacía el acting, cuando estaba rodando el spot conseguía llegar al llanto para que quedara creíble y el equipo me las recogía. A ver, que muchas están diluidas en suero, pero hay parte realmente de mí en cada botecito que la gente puede llevarse a casa.
Oye, David, además de por el picante, ¿ahora por qué sueles llorar tú? ¿Por qué tú no solamente lloras por cosas malas?
De hecho, por cosas malas he llorado pocas veces en los últimos años. Lógicamente, cuando hay una partida de alguien, cuando se va un ser querido, pues es duro, pero normalmente soy una persona muy positiva y un privilegiado porque tengo muchas cosas alrededor que me hacen llorar de emoción.
Soy una persona muy sensible y en cada concierto se me aguan los ojos. Acabo de venir de Ponferrada donde he estado actuando ante 8.000 personas y hemos sacado los conciertos de la próxima gira y se venden todas las entradas, y esas cosas me hacen emocionarme. A mí esas cosas me provocan lágrimas, pero no son picantes, sino dulces, muy dulces.
¿Ese concierto de Ponferrada ya forma parte de la gira de Inédito?
No, no, estamos terminando la gira que hacemos todos los años, aunque ya se han incluido los singles de Inédito, mi nuevo disco. En 2025, en febrero, empezaré la gira de teatros y haremos 30-40 conciertos por toda España. ¡Tengo muchísimas ganas! Ese será el Inédito Tour. El disco está yendo muy bien. Este disco es otra apuesta, me gusta arriesgar. Llevo muchos años, 23 para ser exactos, de carrera, donde como intérprete me iban las cosas muy bien, pero no me conformaba con eso y quise dar un paso más, un paso natural. Ya tengo 42 años y quería que la gente conociera algo más de mí y conocieran mis canciones, y he compuesto todas las canciones de este disco. Así que ver a la gente tan emocionada y diciendo que es el mejor disco de mi carrera, me anima a seguir así.
¿Pero David, aparte de que todas las canciones son tuyas, qué tiene de diferente Inédito para considerarlo un renacimiento, por así decirlo?
Tiene muchísima verdad. Yo siempre he sido entregado a las canciones, pero cuando uno escribe, imagina, sueña, observa alrededor y lo plasma con su lenguaje, con su forma de sentir, con la forma que tengo de afrontar cada cosa en mi vida, en eso hay mucha verdad. Entonces, a la hora de cantar me lleva a sitios donde no me llevaban las canciones que hacían para mí.
Cuando salen del interior tienen un porqué, además no han sido forzadas, son canciones que, como digo yo, se me han caído prácticamente del bolsillo porque estaban ahí, porque tenían que salir. Alguna he tenido que pelear más que otras, sobre todo las coautorías, pero las canciones que son letra y música mías son canciones que no sabía por qué pero tenía que salir. Un día jugando con la guitarra, otro todavía jugando con el piano… De repente jugando, como digo yo, me di cuenta que tenía una canción que me emocionaba, que me erizaba la piel y empecé a encontrar el sentido de por qué llegaban, porque llegaron ellas a mí. Tenían que ver la luz y tenían que hacerme volver a enamorarme de mi profesión, a volver a tener esas ganas e ilusión. Estoy como si volviera a empezar.
¿Te he entendido bien: te habías desenamorado de la profesión?
No, me he sentido frustrado porque muchas veces, por más que te esfuerzas, sientes como si te ahogaras en la orilla, como que no han entendido lo que quieres hacer con el proyecto. La industria es muy difícil. Yo tengo mi gente que me ama, pero también tengo, como todos, mis haters y cuando te critican… ¿Saben lo difícil que es sonar durante muchísimos años en una radio y que en otras muchas no quieran poner tus canciones y aún así sigas siendo uno de los artistas importantes que más tickets vende en España? Yo no tengo el apoyo ni el altavoz de todo. Y no me voy a poner a quejarme de nada porque he sido un privilegiado, pero todo lo construido ha sido cuestión de trabajo, de ser fiel a mí mismo y de cuidar a mi público, pero no he tenido el apoyo total de los medios ni de la industria.
Por eso muchas veces me he sentido así, un poco frustrado, pero siempre he tenido la capacidad de sacudirme el polvo, de levantarme, de seguir y de no dar la razón a mis detractores. Y bueno, son 23 años y aquí seguimos, surfeando la cresta y ojalá sean muchísimos más.
No te habías desenamorado de la profesión, sino de la industria, de todo lo que le rodea, ¿no?
Y también de la profesión porque no encontraba... No, no me sentía tan lleno como lo estoy ahora. En alguna ocasión me he planteado: ¿seguir, por qué, parece que ya haya llegado todo, no? Pero me he dado cuenta de que no, que tengo muchísimas cosas que cumplir y tengo muchísimas cosas que dar.
Pero pasa como en las relaciones, hay relaciones que se enfrían y que si luchas vuelves a tener una segunda oportunidad, incluso mejor que la primera. A eso me refiero. Pero sí ha estado frío, tibio y yo no soy una persona de tibiezas. Yo no soy de grises, soy de blanco o negro. Y en este caso, pues he vuelto a enamorarme de escribir una canción, de ir a un programa, de contar mis historias, de ir a un concierto… Voy feliz, tengo mi tensión, mis nervios, mi mariposas en el estómago y es genial; con todas las tablas que tengo, vuelvo a sentirme como un niño tembloroso antes de salir al escenario porque tengo ganas.
¿Todas esas canciones que forman parte de Inédito son recientes o hay alguna que has rescatado de hace mucho tiempo?
Mira, para ser sinceros, de la pandemia para acá. Son canciones de la pandemia para acá y empecé a escribir a modo terapéutico, y sin querer hice canciones. Y si te preguntas, porque ya te veo venir, quién ha inspirado esas canciones, si tienen nombre y apellido… Ese no es mi estilo. Canto a las verdades: a cómo me he sentido, a cómo puedo sentirme en una situación, a dejar las cosas atrás, a entonar el mea culpa, a no haber estado a la altura, a haberlo estado y que no haya servido de nada…También reivindico las injusticias, los ataques gratuitos en redes sociales, y me quejo del bullying porque he visto el daño que se hace en otras personas. No todos los que hemos sufrido bullying somos tan fuertes. Yo en mi caso tengo que agarrarme, tengo esa capacidad de borrar, de eliminar los pensamientos negativos o el dolor y focalizarme en las cosas buenas, pero hay gente que les pesa toda la vida. Entonces este disco es un poco la verdad de la vida.
¿Cuándo consideras que has sufrido bullying?
Bueno, cuando eres niño y cantas en una cuna con el pelito a lo casco, ¿crees que era muy popular eso? O cuando salí de Operación Triunfo —que ahora todos compartimos el discurso de que los hombres también lloran—, se hizo mofa de ver a un hombre, a un albañil llorando libremente, mostrando sus sentimientos en la televisión. Eso es bullying. Y precisamente esta campaña es un zasca a todos ellos. Entonces yo no era actor, no estaba interpretando ni nada. En ese momento no había hecho ningún musical ni había estudiado arte dramático.
Hablando de musicales, ¿vas a volver a las tablas? ¿Vas a volverte a implicar en algún proyecto de ese tipo?
Sin ninguna duda. Yo tengo una oferta muy firme sobre la mesa. Llevan ya tiempo ofreciéndome otros musicales y es una cosa que amo. Me he quedado enamorado, ya era amante como público y desde que formé como parte de algo tan bonito como Ghost… Fui para tres meses y me quedé tres años.
- Yo he tenido teatro durante 300 funciones, lleno todos los días. Fue brutal y es muy bonito y la verdad que me gustaría muchísimo volver. Y además todos los artistas que yo admiraba cuando yo era pequeño, los grandes artistas hacían musicales, hacían películas, presentaban y cuanto más completo un artista, más admirado. Camilo Sesto, Raphael, Nino Bravo, Albano, Luis Miguel y Marc Anthony, que eran grandes voces, pero podían hacer de todo, eran capaces. ¿Una Lola Flores, eh? Eso es lo que a mí me ilusionaba. Aparte de la música, de cantar y todo eso, me gusta formar parte del show business, de la televisión, que es algo que no me quema y me divierte...
David, me decía tu hermano antes que con la salida de Inédito esto no ha hecho nada más que empezar, que vas a por todas.
Para mí ha sido muy importante que mi hermano, después de años trabajando en en la industria, se encargara de mi carrera y entonces todo, todo tiene mucho más sentido. Fue de las primeras personas que me apoyó y que apostó por mis canciones. Dijo, ‘David. No tengas ningún vértigo ni miedo. Es esto lo que tienes que salir. Y ahora’. Por eso digo que Inédito es el principio del resto de mi carrera. No entendería hacer las cosas de otra manera, ahora me siento pleno.
Creo que ya tienes preparadas tres canciones más. ¿Te vas a acoplar a los ritmos vertiginosos de la industria actual, el de sacar una canción cada mes?
Yo soy un romántico y me encantan los discos que la gente pueda ver. Sacaremos singles en un momento para enriquecer la gira. Además estoy en un momento muy muy productivo… Pero me gustan los discos, me gustan los álbumes, me gustan las fotos, me gusta que vean las letras escritas, me gusta que vean quien ha participado en las canciones. Cuando era pequeño cogía las cintas y veía quién había escrito las canciones y me fijaba hasta quién había limpiado el estudio. Yo lo tenía que leer.
Yo quiero que mis canciones acompañen a mi público, que sean la banda sonora de sus vidas, pero esto alcanza otra cosa. O sea, yo lucharé hasta el final, hasta que ya me desarme totalmente por sacar discos, por sacar vinilos, porque lo otro, ya sabes, es fácil y es más inmediato.
Hablabas de las fotos de los discos… Tú en la portada de Inédito pareces el David de 30 años, no ha pasado el tiempo.
Sí, sí,... En esa foto todavía fumaba. ¿Sabes que he dejado de fumar? Eso ha provocado que haya vuelto a subir de peso. Pero bueno, esa lucha ya la he tenido más veces. Pero he dejado de fumar y ese es el gran logro después de tantos años fumando, de toda la vida.
¿Ha sido por alguna cuestión médica, por cuidar la voz?
No, sencillamente porque es una cosa totalmente asquerosa y me he aburrido de ello. Tengo la suerte, tengo el privilegio de tener la voz que tengo, la que dieron mis padres, pero es como si un futbolista se martillase el pie. Entonces quiero saber cómo canto sin fumar, que llevo fumando toda mi vida. Sigo teniendo el mismo registro de voz que tenía con 20 años; sigo dando notas por encima del do sostenido, sigo siendo tenor. Es una cosa de locos porque sigo cantando las canciones de mis discos de hace 20 años en el mismo tono en directo en los conciertos. Estoy muy contento porque es un gran logro y espero ganar esta batalla. El tabaco es asqueroso. También por dar buen ejemplo, que tengo una hija adolescente y muchos jóvenes me siguen y no me gusta que me vean fumar.
Sigues fiel a tu estilo, a la balada…
Sí, me gusta mucho la balada melódica romántica, pero me gusta mucho también el pop rock. Siempre he sido muy rockero y. Y por ejemplo Gracias o El día que te vayas o también Hacerlo mejor tiene influencias de aquellos grupos que yo escuchaba en mi adolescencia.
¿No vas a dar el salto a lo urbano, verdad?
Pues no me pega. Y hay gente que lo hace bien. Pero la inmensa mayoría, su lenguaje es… me cansa, me aburre. Yo tengo una hija que lo consume, lógicamente, porque es la edad, y me tiro las manos a la cabeza y le digo ‘baja eso, por lo menos que no lo escuche yo’.
¿Oye, David, qué has descubierto de la música con tu hija? Porque seguro que te ha abierto los ojos a otras cosas...
Sí, pero me pone algunos... Me habla de gente que no conozco. Hay gente buena y muy chula que hace cosas diferentes. A mí me gusta mucho el rap, me gustan mucho las líricas enrevesadas pero bonitas, pero lo que no me gustan son las canciones que hablan de sexo explícito. Nosotros con nuestros hijos no vemos cine para adultos y, sin embargo, escuchamos canciones que hablan de sexo explícito. Es un poco contradictorio, tendríamos que cuidar un poco más eso.