Daniel Sancho se desploma
Los abogados del español han reportado a 'El Periódico' que el joven sufre un "bajón anímico" desde su ingreso en prisión.
Después de que Daniel Sancho confesara el asesinato de Edwin Arrieta el pasado sábado y tras las investigaciones pertinentes, el joven español ya ha entrado a prisión preventiva, en el centro de Koh Samui. Se enfrenta a cargos de homicidio premeditado, ocultamiento y sustracción de las distintas partes del cuerpo de la víctima para encubrir el fallecimiento de o la causa del mismo.
El chico ya está en manos de la Justicia, aunque, por el momento, va a permanecer un total de 10 días en aislamiento, siguiendo el protocolo COVID. Sus abogados, ahora, están trabajando en que permanezca más tiempo apartado del resto de reclusos.
Así lo ha detallado uno de sus letrados, Ramón Chippirrás, en declaraciones recogidas por El Periódico. Y es que uno de los propósitos que se han marcado sus letrados es el de conseguir que permanezca aislado. Porque, de ir al módulo de presos, el más joven de los Sancho pasará de compartir espacio con cuatro reclusos a "30 personas", ha detallado Chippirrás.
Este, además, ha informado de que el nieto de Sancho Gracia sufre un "bajón anímico" desde su ingreso en prisión. Y, aunque el jefe de la prisión en la que se encuentra, Watcharapong Boonsaior, aseguró este miércoles que Daniel no mostraba "signos de miedo o ansiedad", la situación parece haber cambiado.
No es la primera vez
Esta situación, o parecida, ya se dio tras su detención más inmediata. Una vez Sancho había confesado el crimen, las autoridades tailandesas lo notaron estresado y nervioso, por lo que temieron que pudiera autolesionarse o, incluso, acabar con su vida.