Una investigación concluye que los niños con autismo tienen una flora intestinal única

Una investigación concluye que los niños con autismo tienen una flora intestinal única

Han detectado una mayor presencia de algunas bacterias entre los pequeños con autismo.

Una ilustración del microbioma intestinalGetty Images/Science Photo Libra

En las últimas décadas las investigaciones sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA) han permitido ahondar aún más en esta materia y conocer nuevos datos sobre la misma. Uno de esos últimos estudios tiene que ver con la posibilidad de que la microbiota esté relacionada con según qué aspectos que caracterizan a las personas con TEA. 

Así lo ha compartido The Conversation. Esta publicación se ha hecho eco de algunas investigaciones que tienen que ver con las conexiones que ha encontrado la comunidad científica entre la incidencia de trastornos gastrointestinales y el Trastorno del Espectro Autista

Tal y como detalla la ya citada plataforma, gracias a varios estudios, los expertos han podido demostrar que los filos Firmicutes, Bacteroidetes y Actinobacteria se encuentran en mayor abundancia en el tracto digestivo de los pequeños con autismo que en el del resto de niños. 

Y ese no el único dato que han extraído. También se han llevado a cabo análisis de distintas muestras de ADN presente en las heces. En el caso del grupo de niños con TEA y también problemas gastrointestinales, detectaron presencia de bacterias Desulfovibrio y Clostridium

En cifras más concretas, The Conversation explica que los expertos han dado con conexiones que describen como "significativas" entre el TEA y la incidencia de trastornos gastrointestinales que afectan a entre el 30 y el 50% de los pacientes. Asimismo, precisa que esas mismas conexiones las han percibido en los cambios de composición de la microbiota. 

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Y, en ratones, las han podido comprobar. O, al menos, han dado con algunos indicios que apuntan a que sí. Tras administrar a animales de laboratorio una bacteria denominada Lactobacillus reutei, comprobaron que algunos de los comportamientos que se suelen asociar al Trastorno del Espectro Autista quedaron revertidos.