Un estudio lo confirma: la prueba que padres e hijos deben realizar de forma conjunta durante los primeros años
Puede parecer que no tiene importancia, pero ahí pueden estar las pistas de un futuro brillante o de problemas.
"Pero en esta belleza hay un impulso que debería tomarse absolutamente en serio desde el punto de vista de la política educativa y de la sociedad en su conjunto", así se pronuncian sobre lo que, a priori, puede parecer un gesto más, sin importancia, de esos que acabas haciendo con tus hijos... pero que puede marcar una diferencia en su futuro.
Algo tan sencillo que lo podrías hacer ahora mismo: leer juntos en voz alta. Es la voz y opinión de Simone Ehmig, directora del Instituto de Lectura e Investigación sobre Medios de la Fundación Reading, quien en una entrevista con el medio alemán Focus ha abordado esta cuestión.
La experta ha sido preguntada por las cifras alemanas del estudio a cargo de la Fundación de Lectura, la Fundación Deutsche Bahn y el semanario Die Zeit, que revela que un tercio de los padres (32%) en Alemania rara vez leen a sus hijos y casi el 18% afirma incluso que nunca lee.
"Llevamos recopilando estas cifras de forma similar desde finales de los años 2000 y la proporción de padres que rara vez o nunca leen en voz alta siempre se ha mantenido bastante constante en un tercio", explica, para a continuación recordar los beneficios de realizar esta práctica.
Los beneficios de leer en voz alta junto a tu hija o hijo
"La atención se centra en la influencia positiva en el desarrollo del lenguaje. Se promueve no sólo el vocabulario pasivo sino también el activo. Especialmente cuando padres e hijos intercambian historias, cuando ellos mismos cuentan una acción, cuando surgen preguntas o se discute la historia", subraya Ehmig, para añadir que "el vocabulario es muy importante, pero también lo es la producción del lenguaje, para que los niños sean capaces de formular cosas".
Por otra parte, la directora del Instituto de Lectura e Investigación sobre Medios de la Fundación Reading apunta a que "también vemos que los niños a los que se les ha leído regularmente tienen un mayor grado de ciertas habilidades sociales: son compasivos, muestran empatía y sentido de la justicia".
Y pone el foco en que "este impulso surge ciertamente de experimentar indirectamente cosas que los niños aún no han experimentado ellos mismos a una edad temprana, pero que aprenden a través de los personajes de las historias. De esta manera descubren cómo les va a las personas en la vida, qué problemas tienen, qué cosas hermosas pueden experimentar, cómo afrontan los desafíos y cómo se tratan unos con otros".
A su juicio, "esto crea mucho conocimiento, pero también la capacidad de empatizar con otras personas y situaciones. Luego, los niños aplican este conocimiento en su propia vida cotidiana".
¿Repercute en el éxito académico?
"Los niños con experiencia lectora regular aprenden a leer más fácilmente. Les resulta más fácil comprender las estructuras del texto porque ya tienen esta experiencia. Si tienen buenas habilidades de lectura, existe una alta probabilidad de que les vaya bien en otras materias y tengan éxito en la escuela", recuerda, precisando que "necesitan habilidades de lectura para, por ejemplo, comprender textos en lecciones de matemáticas o historia y poder resolver bien problemas planteados".
Todo ello sin obviar que "además, la escuela es un entorno social en el que se requieren habilidades sociales como la empatía y la capacidad de comunicarse. Leer en voz alta también afecta qué tan bien se desenvuelven los niños en la escuela y qué tan cómodos se sienten allí".