Un estudio avisa del fin de los cuidados de los bebés por parte de los abuelos
Habrá un importante cambio en las estructuras familiares.
Que los abuelos echen una mano a los padres con la crianza de los nietos es más común de lo que se puede pensar, especialmente cuando las medidas de conciliación son escasas o inexistentes. Según datos de Eurostat, el 35% de los mayores de 65 años españoles cuida de sus nietos varios días a la semana, dedicando un 80% de ellos hasta 16 horas semanales.
Esta situación prevé cambiar. El reciente estudio Projections of human kinships for all countries (Proyecciones del parentesco humano para todos los países) ha analizado cómo los cambios de natalidad están afectando a las redes de parentesco.
"El número de parientes que tiene una persona disminuirá un 35% hacia finales de siglo; la probabilidad de que un bebé tenga hermanos o primos será muy baja y, en cambio, será fácil que tenga a sus cuatro abuelos y cinco o seis bisabuelos vivos", señala Diego Alburez-Gutierrez, principal investigador del estudio.
"Sin embargo, eso no quiere decir que vayan a ayudar en su cuidado, porque la diferencia de edad entre generaciones va en aumento y la dependencia ligada al envejecimiento también", destaca.
Uno de los hallazgos más llamativos es que serán más comunes los bisabuelos para los nietos, pero estos serán tan mayores que no podrán ayudar en los cuidados, por lo que deja claro que se debe invertir en cuidados tanto para niños como para personas mayores.
"Nuestros hallazgos determinan la necesidad de realizar inversiones en cuidado infantil y en cuidado de personas mayores para aliviar la carga de las personas que envejecen con menos recursos familiares", indica.
Su principal objetivo era establecer cómo han cambiado las redes familiares desde 1950 y cómo se prevé que evolucionen hasta el año 2100. "En general, el número de parientes vivos disminuirá drásticamente en todo el mundo. Mientras que una mujer de 65 años en 1950 podría esperar tener 41 parientes vivos, se espera que una mujer de 65 años en 2095 tendría sólo 25 familiares, lo que representa una disminución global del 38%", destaca.
De este modo, debido a los cambios en la pirámide demográfica, una fertilidad más baja y tardía y una esperanza de vida más larga, la brecha generacional entre los parientes será cada vez más amplia.
Esto hace que se vea necesaria la inversión en apoyo social, destaca Alburez-Gutierrez, especialmente en sectores que no tienen a su disposición atención sanitaria o cuidado infantil y que dependen de los lazos familiares.