Esto es lo que realmente heredamos de nuestros padres
Muchas de las características de cada uno dependen de los factores que lo rodean.
La genética es la rama de la biología que estudia los caracteres que se han ido transmitiendo de generación en generación. El color de los ojos o del pelo, la altura o el propio carácter son algunas de las cosas que los antepasados dejan de herencia a hijos o nietos.
Como indica La Voz de Galicia, esas características comunes entre las familias comienzan a formarse desde el inicio de nuestra existencia. Esto quiere decir desde que un espermatozoide consigue fecundar un óvulo y comienza el proceso de la vida. Se debe a que ambas células llegan a ese punto con toda la información que repartirán a partes iguales para formar el feto.
"Nuestros padres nos van a transmitir todo el material genético ya desde la fecundación. El 50 % del material genético proviene del padre y el otro 50 % de la madre", explica Encarna Guillén, presidenta de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH). Sin embargo, hay muchas dudas con respecto a qué es exactamente lo que se hereda de los padres o si algunas características se saltan generaciones.
La clave de la epigenética
La epigenética es la ciencia que se dedica al estudio de la modulación del ADN en base a los factores ambientales. Esto quiere decir por qué las características genéticas varían en función de la parte del planeta en la que se viva o por qué una determinada zona puede hacer que aumente el riesgo de padecer algunas enfermedades.
"La epigenética son los cambios químicos producidos por el ambiente que hace que se enciendan o se apaguen, que se activen o no determinados genes que pueden provocar diferencias, variaciones en los procesos de desarrollo, crecimiento, envejecimiento y en la susceptibilidad a algunas enfermedades como el cáncer", aclara Guillén.
Qué se hereda realmente de los padres
Hay muchos mitos con respecto a las características que se heredan de los padres. Una de las más comunes es pensar que la calvicie se salta una generación, pero no es verdad. En este caso concreto influyen muchas variantes genéticas y es lógico pensar que "en las familias en las que hay varios miembros calvos, hay más probabilidades que se repita", pero no tiene por qué ser así.
También se ha repetido mucho eso de que cada generación es más alta que la anterior y es verdad: ahora los seres humanos somos más altos que en la Edad Media. Pero este crecimiento no va a ser infinito hasta convertirnos en gigantes. "La talla tiene un componente genético importante" y "el aumento de la talla se relaciona con la mejora de nuestra alimentación y otras cuestiones que tienen que ver con el ambiente", explica Guillén.